Capítulo 10: Son mías también.

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—Hay algo que quiero conversar contigo— Declara Izuku acostando a Ayari en su cuna. Shōto que lo observa desde la puerta tomando un juguito, ladea su rostro —Vamos a la sala.

Bajan las escaleras, Shōto se siente inquieto ya que Izuku parece algo ido y nervioso, jugueteaba con sus manos y desviaba la mirada, eran actitudes que no veía desde hace un tiempo.

Llegan a la sala y toman asiento en el sofá, el silencio los inunda, comienza a alterarse, ¿Está todo bien con Izuku? ¿Por qué luce ansioso? ¿Hizo algo que lo incomodara?

—¿De qué se trata?

—Es sobre nosotros— Suspira abrazando el cojín del sofá y subiendo sus pies a este mismo.

Ver el miedo en los ojos del menor, le hizo saber que no sería agradable para el omega hablar de ello, y no entiende porqué, pues se supone que hablar de sus sentimientos sabiendo que es mutuo, debía ser algo bueno.

A menos que... Izuku opte por no querer estar con él.

Aquello le resultaría doloroso, pues el ser destinados haría que se topen una y otra vez en sus vidas de ahora en adelante, pero no poder estar juntos... Sería un martirio en su opinión.

—Me gustas mucho— Suelta Izuku —Como hombre, como alfa, como padre... No fue difícil caer rendido a tus encantos— Ríe un poquito, para no llorar de vergüenza.

A Shōto se le corta la respiración y toma su mano.

—Y quiero estar contigo... Pero hay un único problema, al menos para mí.

Se queda en silencio, esperando a que el pecoso continúe hablando, este deja de lado el cojín y se sube a su regazo, Shōto lo envuelve en sus brazos al notar cierto temblor en él.

—La última vez que tuvimos esa cercanía tan... Íntima, me planteé si era bueno para ti estar conmigo, porque te deseo, quiero llegar a más que solo besos y abrazos contigo, quiero volver a estar en esa situación contigo y llegar hasta el final. Pero a la vez tenía miedo, no me sentía listo gracias a cosas del pasado.

El alfa empieza a acariciar los rizos esponjosos y deposita un beso en su oreja, escuchando atentamente.

Izuku aún dudaba en si debía seguir contándolo, pero si Todoroki realmente lo quiere, debe conocer sus miedos e inseguridades para apoyarlo, además de que tenía todo el derecho de saber con quién se estaba relacionando y no tener secretos de tal magnitud.

Luego de dos minutos de silencio, y con las manos sudando, piensa en que no puede alargarlo más.

—A mí, me violaron el día de mi graduación— Susurra — Y producto de esa violación fue que nació Ayari...

Shōto empieza a sentir un cosquilleo en su pecho, aquello le dolió como si la experiencia de Izuku hubiera sido suya.

El pecoso no lloraba, hace tiempo que dejó de hacerlo porque se cansaba de darle relevancia a aquel día tan horrible que cambió su vida para siempre.

—Debido a esa experiencia es que por un tiempo le tuve mucho pavor a los alfas. Es por ello que no pude emocionarme al verte, por un momento temí que fuerces una marca y me obligues a deshacerme de Ayari, estaba más que listo para rechazarte.

Shōto le da la razón, era muy usual que, si los alfas encontraban a sus destinados en una relación, en periodo de gestación, o con hijos, se deshagan de aquellos "obstáculos".

¿Lo peor?

La ley lo permite por tratarse de un lazo de soulmate. Por ende muchos no pagaban las consecuencias de haber asesinado a las actuales parejas de sus omegas, inducir sus abortos o abandonar (si es que no los matan) a los hijos.

Shōto y unos cuantos eran de los especiales casos que podían controlar sus instintos, razón por la cual tampoco se lanzó a Izuku en su celo.

En parte era por su trabajo, pues al estar especializado en la obstetricia, se rodeaba en su mayoría de omegas con fuertes aromas.

Y la otra parte, era gracias a la crianza que su madre le dio, pues cuando sus padres se divorciaron, fue el único de sus hermanos en querer quedarse con ella.

Aunque ahora se lleva bien con ellos, en su momento los odió bastante por darles la espalda a Rei, quien estuvo cercana a morir porque su estúpido padre no se esperó a que se haga una cirugía de borro de marca y marcó a su omega predestinado importándole poco el dolor que le causaría a ella.

Actualmente no hay resentimiento, él tenía solo trece años cuando eso sucedió, mientras sus hermanos quince, dieciocho y veinte, y pensaban más en sus estudios en una buena escuela que podría pagarles su padre, a quedarse con la mujer que les dio la vida y no tenía más que una pensión mensual.

—Agradezco que las cosas no hayan resultado así, que me aceptes con él y lo ames como si realmente fuera tuyo, así como él te ama a ti. Yo... Solo para aclarar, estoy más que listo para empezar algo contigo.

—¿Me estás proponiendo ser tu pareja, entonces?— Pregunta el alfa sobando su espalda —Porque de ser así, yo estaría más que encantado por ello. Es más, podríamos casarnos ya si quieres.

Izuku se ruboriza.

—¿No te incomoda que haya sido tocado a la fuerza por alguien más? Honestamente no sé cuándo podré estar preparado para llegar a la intimidad, podría ser pronto, podría no serlo...

—Lo único que me incomoda es el daño que causaron en ti... y está bien, esperaré y te ayudaré en todo lo que sea necesario— Sonríe abrazándolo con más fuerza.

Izuku lo corresponde sintiendo su corazón acelerarse con fuerza.

—Estoy muy feliz... Tenía miedo de que me dijeras que ya estabas listo para irte o... Para dejar en claro que no querías estar conmigo.

—¿Cómo podría?— Ríe, dejándose mimar.

—A veces eres espontáneo— Murmura, liberando su aroma, señal de que se sentía en confianza, Izuku tarda unos segundos, pero finalmente también lo hace.

La lavanda y el limón hacían una perfecta combinación, ahora se percatan de ello.

—¿Puedo dormir con ustedes hoy?— Pregunta Shōto, Izuku asiente con un rubor.

—Quizás sientas que es apresurado, pero me gustaría pedirte algo— Susurra Shōto abrazándolo por la espalda en la cama, mientras observan a Ayari dormir en la cuna al lado de esta

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—Quizás sientas que es apresurado, pero me gustaría pedirte algo— Susurra Shōto abrazándolo por la espalda en la cama, mientras observan a Ayari dormir en la cuna al lado de esta.

—¿Qué es?

—Pensé... En adoptar a Ayari... Registrarlo como mío también...

—¿L-lo dices en serio?— Pregunta dándose la vuelta, Shōto besa sus labios en respuesta.

—Tan en serio como voy contigo... Y la razón por la que quiero hacerlo, es porque quiero presentarte a ti y a Ayari a mi familia... Papá es un poco a la antigua y aunque seamos destinados, será una molestia si Ayari no... Ya sabes, no lleva mi sangre.

—Comprendo.

—¿Entonces... Es un sí?

—Así es— Lo abraza de vuelta, ocultando su rostro en el cuello del alfa, deleitándose de paso con su olor.

—Enviaré la solicitud tan pronto como tenga tiempo... También mandaré nuestros resultados de destinados, eso facilitará mucho las cosas, ya lo verás— Lo apachurra entre sus brazos —Gracias, Izuku.

—Gracias a ti, Shōto.

Tardío [Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora