4;

495 62 21
                                    

Hoy era un día parcialmente nublado.

El sol se asomaba pero las nubes tapaban su resplandeciente brillo.

Está vez Missa solo abriría la tienda en la mañana para vender a las pocas personas que buscaban suministros, ya que todo el pueblo estaba decorando para la festividad de pascua que se realizaría esa misma tarde.

— ¡Vuelva pronto! — Despidió con una amable sonrisa al ultimo cliente. Una vez escucho el tintineo de la puerta cerrando suspiro y miro hacia la pared de atrás donde estaba su reloj de ardilla.

Eran las 12:40.

— ¿Philza no llego, papá?

— Al parecer no Chay — le revoloteo el cabello con una sonrisa — Supongo que se está alistando para el festival, igual está vez nadie se acabó su pan.

Soltaron una risa divertidos mientras proseguían en limpiar y acomodar lo que había quedado en la tienda para así pasado los minutos poner el cartel de 'cerrado por el festival' en la puerta.

— Bueno Chayanne — Llamó la atención a su hijo — ¡Vamos alistarnos para nuestro primer festival! — Con emoción ambos se fueron atrás de la tienda donde estaba su acogedora casa para poder organizarse para el festival.

Cómo se había aclarado, este es el primer festival que iban a celebrar Missa y Chayanne en el nuevo pueblo que fueron a vivir. Por lo que la emoción en ellos es muy grande, ya que por fin se sienten bienvenidos sin que existan los prejuicios que tuvieron que soportar en su anterior pueblo.

Así que para darles el agradecimiento a todos los pueblerinos, decidieron en llevar la comida y postres.  Por lo que tanto los dos estaban ocupados preparando todo lo que llevarían para el festival.

Missa se encargaba de preparar lo de su especialidad, comida mexicana.

Y Chayanne preparaba los postres para degustar más tarde.

— Chayanne, mijo, ¿puedes ir a por más verduras para hacer una salsa picosa? — Pidió amablemente Missa obteniendo una respuesta afirmativa de su hijo que dejando el postre en el horno emprendió su caminata hacia el almacén que estaba afuera de su casa.

Una vez llegando tomo de la pequeña canasta para llenarla de las verduras que habían recolectado con su tío Spreen para la dichosa salsa, aunque su tarea fue interrumpida al escuchar el sonido de algo moviéndose por las cajas.

Con un aplauso Missa termino de preparar las últimas comidas para el festival mientras daba un suspiro.

— Bueno ahora sólo queda que llegue Chayanne con las verduras que faltan para la salsa — Se dijo a si mismo mientras procedía a revisar como iba el postre de su hijo en el horno.

Noto que no faltaba mucho para sacarlo por lo que le dejo la llama más bajita para que se cocinara con más calma y escucho los pasos rápidos de Chayanne viniendo hacia él por lo que volteo a verlo con curiosidad.

— ¿Chay? ¿Paso algo, patito? — Preguntó con curiosidad pero empezó a reír cuando vio que agarro un pan de la alacena y tomo de su mano para insistir en que fuera con él — Ya voy, ya voy.

Ahora los dos se fueron caminando hacia el almacén donde anteriormente Chayanne estaba recolectando las verduras; una vez llegando al lugar Missa quedó extrañado al ver cómo su hijo le daba el trozo de pan que agarro y le pidió amablemente que se agachara por lo que eso hizo. Pero antes de que Missa preguntara que hacían aquí escucho el graznido que hizo ponerlo en alerta y percatarse de un cuervo algo pequeño salía de su escondite en el almacén y empezaba a volar encima de ellos dejando asombrado a Missa y a Chayanne más emocionado.

Crown of petuniasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora