Tantas cosas pasaban al mismo tiempo.
Ya el cielo estaba oscureciendo haciendo anuncio el sol que ya pronto se iría.Mientras en casa, Missa estaba entretenido jugando con los niños siendo perseguidos por Pachuca, no eran conscientes de que afuera de la casa habían algunas personas trabando las puertas de salida y esparciendo un líquido en cada parte de madera tanto de su casa como su tienda.
Por otro lado, Philza tan solo llegar a la granja del alcalde en vez de iniciar con una plática amable fueron directamente a insultos y empujones.
Diciéndose verdades a cada minuto escalando más el asunto llegando a los golpes. Philza quería desahogar todo el coraje que tenía en su ser, ya eran tantos años aguantando para que siga haciendo daño.
Apesar de que recibía varios golpes en la cara, el los regresaba de igual forma, estaba teniendo más ventaja en fuerza.
Desprecio era lo que impulsaba a seguir peleando.
Un último golpe, el alcalde se dejó caer al suelo.
Una botella de vidrio con líquido inflamable estaba siendo encendida con un trapo antes de ser lanzada por la ventana rompiéndola en el proceso asustando tanto a los niños como a Missa.
Philza con la respiración pesada se acercó hasta el alcalde para tomarlo de la camisa y hacer que lo mirará.
— Está vez no dejaré que te salgas con la tuya — Murmuró con enojo mientras levantaba su puño para dar nuevamente un golpe en su cara.
Cucurucho por su parte se rió haciendo enojar más al rubio — ¿Estás seguro? — Señalo hacia atrás.
Philza extrañado por su acción volteo hacia atrás y todo el enojo que había tenido en su cuerpo se esfumó.
Humo.
Humo negro haciéndose presente en el cielo.
— Creo que sí me salí con la mía.
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Pánico.
El corazon retumbaba a tanta velocidad en el que ni siquiera podía escuchar el sonido de su entorno, solo el sonido tan chirriante que daba sus oídos.
Era tanta desesperación.
Era lo que sentía Philza.
Ya ni siquiera presto atención al dolor que sentía en la cara y cuerpo por los golpes, ni siquiera le importo seguir dando pelea con el alcalde, ya nada de eso importaba. Había demasiada tensión en su cuerpo mientras corría alejándose de la granja.
"Lastima que el fuego pueda consumir la madera tan rápido, ¿No crees Philza?"
Su cabeza daba vueltas mientras las palabras de Cucurucho todavía resonaban en el cómo dagas aterrizando en su piel.
"Esperemos que cuando llegues todavia el fuego no los haya consumido a ellos también"
Esa maldita amenaza que le dió una vez se fue corriendo; el debió suponer que haría algo así, si se lo hizo antes a él era obvio que lo terminaría haciendo igual. Nada cambio.
Simplemente Philza se sintió imbécil por bajar la guardia.
— Missa — Murmuró — Mis niños, y-ya voy a llegar — Seguía corriendo tratando de llegar a su destino, al pueblo, específicamente a esa tienda que tanto adora visitar.
La cual fue su motivo para volver al pueblo. Que siempre le sacaba una sonrisa y sus días amargos se llenaban de color.
A la tienda donde estaban sus personas favoritas Missa, Tallulah y Chayanne.
Mientras corría por la plaza del pueblo podía divisar un humo negro a la lejanía, específicamente donde queria llegar.
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Crown of petunias
FanfictionLuego de mudarse de su ciudad natal a un nuevo lugar; Missa y su pequeño hijo Chayanne tienen su local llamado "Tienda Perrona" la cual es muy conocida y confiable para todo el nuevo pueblo que fueron a vivir; el pueblo quesadilla. Siempre los granj...