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Dicen que los días nublados es donde más refleja la calma en las personas.

Al ser un día donde el sol no sale alumbrar con sus rayos, puede ser opaco y tranquilo.

Pero, no siempre es señal de calma.

Aveces es donde más cerca está de ser una tempestad.
Este nuevo día iniciaba.

Y anunciaba el cielo que estaría parcialmente nublado.

— No entiendo — Exclamó Missa mientras dejaba caer su cabeza al mostrador siendo detenido por la mano de Philza antes de que pudiera golpear con la madera — No entiendo porque está  bajando las ventas — Siguió hablando hasta vez en murmullos bajos— ¿Crees que les caigo mal a los del pueblo?

— ¿Eh? — Philza lo miro incrédulo mientras negaba — Que tonterías dices, tu no le caes mal a nadie — Aprovechando que sostenía su cara la elevó para que pudieran verse y apretar sus mejillas con cariño — Eres la luz para todos.

Missa suspiro — ¿Entonces?

— Simplemente son días difíciles — Explico — También las cosechas han estado afectadas por como ha estado el clima estos días — Le expresión de Missa siguió decaída haciendo que Philza le de una sonrisa tratando de calmarlo — Todo mejorará, Missa.

— Es que yo siento que hay algo más — Esta vez apartó su cara de la mano de Philza mientras se quedaba pensando — Días anteriores supe que solo a mi me han aumentado la renta del local — Volvió a mirar a Philza notando ahora una mirada preocupada en el — Sólo a mi, ni siquiera a los demas locales vecinos.

— ¿Enserio?

— Si — Empezó a jugar con sus dedos ante lo inquieto que lo dejaba la situación — Y está vez me llegó muy alto el costo del local.

— ¿Y lo has pagado ya?

— No, todavía tengo tiempo para pagarlo — Murmuró preocupado — Pero no entiendo porque solo a mi.

Quedaron un rato en silencio.

Está vez Missa agachó la mirada con preocupación evidente en su rostro mientras seguía moviendo sus manos inquietas entre ellas.

Teniendo la tensión de por medio, obvio cada uno tenía diferentes motivos que se entrelazaban.

Pero uno no quería comentarlo.

Philza suspiro mientras volvía a colocar su mano en las mejillas de Missa para poder dejar suaves caricias obteniendo nuevamente de su atención.

— Probablemente solo sea un error — Antes de que Missa pudiera interrumpir lo Philza apretó nuevamente sus mejillas consiguiendo una exclamación de Missa — Yo me encargaré, hablaré con el alcalde para que vea el error y lo corrija.

— Pero, tu me dijiste que no tienen buena relación.

— Bueno es verdad — Philza rio — Pero por ver nuevamente esos brillantes ojos alegres hago lo que sea — Le guiño el ojo confiado obteniendo una risa de Missa avergonzada mientras negaba y se separaba nuevamente del agarre de Philza. — Me gusta verte más así, tan brillante y lleno de alegría.

— Pensé que te gustaba cualquier faceta mia.

— Y es verdad — Respondió — Pero ver esa sonrisa tuya es mi debilidad  — Philza vio como Missa solo sonreía más avergonzado haciéndolo reir.

No sé cansará siempre conseguirla.

— Aparte — Volvió hablar Philza — Tengo que ir con el por un asunto, así que aprovecho para que vea ese error y lo modifique.

Crown of petuniasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora