Capítulo 8

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Ese día fue un día inolvidable, llegamos a casa de George; su madre nos esperaba parada en la puerta, ella era linda, delgada, parecía más joven que mi madre, el pobre de George no saco lo lindo de ella.

—Chicos ¿pidieron permiso a sus madres? —Nos preguntó mientras pasábamos a la sala de su casa.

—Si señora —respondimos.

—Ok —dijo—. Entonces esperen un momento a George mientras él se cambia el uniforme.

—Está bien señora Winston —respondió atentamente Liam.

—¿Les gustaría tomar una limonada? —preguntó sonriente la señora Winston.

—Muchas gracias, claro que me gustaría un refrescante limonada —le contestó Liam.

—Yo también quisiera una —le pedí a la madre de George.

Mire atentamente a Liam y seguí sin poder entender si le gustaba Jenny o solo ese era un estúpido pensamiento mío.

—¿Te pasa algo Jona? —me preguntó Liam al ver que me quedaba viéndolo por momentos.

—¿Pasarme qué? —le contesté algo enfadado, sin razón alguna tome otra galleta y me la comí.

—¿No sé? ¿Estás enojado o algo así? —Siguió preguntando.

—No, solamente estoy algo nervioso.

—¿Nervioso por qué Jona?

—Tú sabes por qué Liam —contesté con enfado.

—¿Es porque Jenny te invito a su casa?

—Sí, yo nunca te dije nada porque me daba vergüenza hablar de eso pero... —dije pausándome y dejando la galleta en el plato—. ¿Puedo hacerte una pregunta Liam? —Le pregunte tímidamente.

—Claro... dime ¿cuál es tu pregunta amigo?

—¿Cuándo te invito Jenny a su fiesta?

—Ayer —me respondió el con total calma, de pronto una calidez me recorrió por todo mi pequeño cuerpo, era un enfado hacia Liam.

—¿Ayer? —le pregunté confundido. Tenía ganas de salir corriendo de la casa de George en ese momento.

—Si —contestó firmemente—, al ir de compras con mi madre me la encontré a ella haciendo compras con su madre y me dijo que quería hacer una fiesta de despedida de año, que me quería invitar a mí a ti y de repente apareció George, me saludo y escucho acerca de la fiesta y lo invito a él también, ella me dijo que quería invitarte ayer... pero no te encontró a la hora de la salida —explico con total calma mi mejor amigo.

Claro, si el día anterior yo trataba de huir de Ryan, lo evitaba, evitaba una golpiza.

—Te iba a decir que Jenny te habia invitado a su fiesta un día antes pero se me olvido, además no pude porque estuve en la oficina de mi padre hasta ya tarde, cuando volvimos a casa ya era tarde para comunicarte el mensaje de Jenny —dijo—. Ella me dijo que te llevara, que hiciera todo lo posible para que estuvieras ahí, a mí me invito porque me dijo que Lisa quería que fuera —contestó sonrojándose al decir lo último al referirse a Lisa.

—Tú... ¿le gustas a Lisa? —le pregunté mientras me ahogaba con un trozo de galleta el escuchar eso.

—Sí, ¿eso creo? —Dijo—, o al menos eso me dijo Jenny cuando me invito él día de ayer.

Esas palabras fueron como una bocanada de aire recuerdo; me dieron una posibilidad de confesarle lo que sentía a Jenny ese día.

—Y a ti ¿te gusta Lisa? —le pregunté dejando mi vaso en la mesa.

Nuestro Pequeño... Para Siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora