Cap 3 - Conociendo a quien me salvó... o quizás no

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A medida que nos vamos acercando por el camino de acceso enmarcado por palmeras una gran mansión muy bien iluminada al mejor estilo estilo árabe se presenta ante nosotros flanqueada por un hermoso jardín que por lo visto se encuentra cuidado al detalle, denotando que la familia que vive aquí tiene además de buen gusto, mucho dinero.

El chofer al verme mirar con asombro dice, esta es su nueva casa, disfrute de la suerte que ha tenido de no caer en manos inapropiadas, esta gente tiene mucho dinero y sabe cuidar sus propiedades como puede observar Srta.

Asiento en silencio sin saber qué decir..

Esperaba parar frente a la explanada y puerta principal de la mansión, pero no fue así, pasamos de largo frente a ella sin ingresa a su entrada de automóviles, para dirigirnos a la parte trasera, en donde luego de ingresar en el garage, en donde varios autos de lujo y camionetas se encuentran estacionados, aparca la nuestra limusina, indicando que baje y lo siga sin hablar, luego se encargaran de sus maletas Srta.

Sin siquiera abrir la puerta comienza a caminar y tratando de salir del auto, sin perderlo de vista, el calor se hace notar al abrir la puerta y más aún al comenzar a caminar de forma apresurada tras él.

Vamos camino a la parte trasera de la casa cruzando un patio con baldosas que dificulta mi caminar, pudiendo observar que todo aquí es propio de las labores de la casa y su mantenimiento, estando ahora calmado y sin actividad, distando mucho del lujo y opulencia de la parte delantera de la edificación.

Nos acercamos a una puerta de metal blanca con un cartel en árabe que no logro entender lo que dice, el chofer apoya su token, con el cual abre la cerradura electrónica e ingresa, sosteniendo la puerta hasta que yo me acerco, para soltarla de inmediato sin cortesía y caballerosidad alguna encendiéndose las luces al hacer su ingreso.

Con solo ingresar ya puedo notar el ambiente nuevamente climatizado a pesar de solo ver un angosto pasillo con luz al final del mismo, con varias puertas que flanquean el pasillo.

Se para frente a la 3era puerta de la derecha y golpea la misma, indicando que espere allí a que se abra, para luego seguir su camino. 

Allí me quedo un par de minutos, incluso a oscuras sin saber que hacer, por lo visto las luces tiene un temporizador, y este apaga las mismas luego de un tiempo sin movimiento.

Al abrirse la puerta la luz me ciega un momento, puedo ver a una mujer de origen asiático muy bajita invitando a pasar. 

Luego de hacerlo veo que es una sala sencilla y modesta, con varias sillas, una mesa, varios armarios empotrados, y muebles tipo cajoneras, puede notarse que es para descanso y reuniones informales del personal de servicio.

Me da su mano hablando en un perfecto inglés, presentándose como Ramona.

Extiendo mi mano sonriendo, presentándome como María Sol.

Me indica que la siga guardando siempre silencio y si con alguien no cruzamos, no debo levantar la vista ni hacer gesto alguno,. Mientras caminamos veo a varias mujeres todas blancas y del mismo origen, bien uniformadas como criadas, pero con colores diferentes, trabajando en diferentes tareas,  lavado, planchado de ropa, limpieza, luego pasamos por la cocina, en la que que otras mujeres se encontraban con los traste sucios, ollas humeantes de diferentes tamaños y formas, llamando mi atención, que ninguna de ellas siquiera, levantan su vista al notar alguien nuevo,  o siquiera saludan como bienvenida, reitero,y todo bajo un llamativo silencio solo interrumpido por mis tacones.

Nos detenemos ante un puerta de madera muy diferente a todas las anteriores, pasamos, girando sobre sus talones, Ramona me hace un gesto con su dedo índice, para guardar silencio sobre sus labios, luego, levanta sus dos palmas y las mueve, para indicarme que tenga calma, y respire un par de veces, antes de proseguir. Entendiendo lo que me quiere decir lo hago profundamente 2 respiraciones y exhalo lentamente, dando mi ok con mi pulgar sin entender el porque de tanto protocolo y miedo.

Destinada a ser una perra humana de críaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora