Cap 11 - 1er día en el Edén.

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Despunta el día, aun huele horrible, decido salir a caminar, notando cierto revoltijos en mi panza, habrá sido la comida, o los olores, incluso un poco mareada.

Mis vecinos los pájaros ya se encuentran a pleno con sus cantos alegres y vuelos, y yo asi cansada.

Me acerco al estanque y por primera vez veo mi rostro es largo, muy afinado, Madre Mía hasta tengo hocicoooooo!!, abro mi boca y sacó una lengua muy larga, tal como imaginaba que era de animal, mientras la muevo.

Me giro, y puedo ver el cuerpo, me han convertido en una perra enorme, parecida al Saluki, peluda, cubierta de piel

Tengo un panza y hasta mamas, y la cola es larga terminada en pelos y qué decir de mis orejas, llegan hasta al cuello, muy peludas por ello las siento.

Que me han hecho por dios no tengo casi rastros humanos, ladro desesperada. Comienzo a correr como puedo por mis dolores de vientre y estómago, finalmente me canso,  solo quiero no verme nuevamente  en ese estanque, no quiero esto quiero huir de esta realidad e imagen actual.

Siento voces y risas femeninas, que no se coinciden con mis vecinos los animales y pájaros, estos sonidos son humanas, las paredes de mi jaula imitan paisajes muy realistas, hasta diría que son pantallas ahora que le presto atención a ellas, dado que hasta tienen animación como si fueran los protectores de pantallas que como humana solía poner en mi computadora. Esas imágenes no se condicen con la risas, por ello me paro y comienzo a buscar, hasta que noto en una especie de balcón muy alto y soleado, de donde varias mujeres hermosas me saludan y ríen, como si estuviera en un zoológico.

Me acerco a ellas, y noto que deben estar a unos 5 m de altura por lo menos, y desde allí me observan fascinadas, todas lucen muy arregladas y bellas con su vestidos orientales de gaza ligeros  y  colores muy llamativos, en su cabellos llevan deco...

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Me acerco a ellas, y noto que deben estar a unos 5 m de altura por lo menos, y desde allí me observan fascinadas, todas lucen muy arregladas y bellas con su vestidos orientales de gaza ligeros  y  colores muy llamativos, en su cabellos llevan decoraciones doradas y finas joyas. 

Sus ropas parecen ser como las que usaban las mujeres odaliscas o las finas esclavas de las pinturas y películas tanto árabes como  turcas.

Comienzan a tirar cosas, al acercarme por curiosidad y no por hambre, siento cómo me incitan y aplauden al ver que me acerco riendo con cada paso que doy, la verdad es que es muy humillante la situación y mas aún, cuando veo que son galletas con forma de hueso, y en ellas se encuentra escrito en relieve Habiba con corazones pequeños, y en la otra la figura de una perra.

Horrorizada me alejo, pero un sacudón eléctrico me hace caer y rodar, riéndose y aplaudiendo las mujeres allí desde lo alto. Me siento aterrorizada y denigrada, dado que por lo visto soy la atracción principal del zoológico y me pueden ver desde la habitaciones de la mansión, y hasta tengo alimento balanceado personalizado para que las visitas se diviertan viendo el valioso y raro animal que esta familia millonaria y poderosa tiene en sus jardines.

Me incorporo y trato de caminar en sentido contrario, notando un leve sacudón nuevamente que me incita a dar vuelta y volver frente a la primer galleta, otro leve shock me indica que lo debo tomar, al hacerlo todas ríen y aplauden incluso chocan sus manos, sin comerla trato de alejarme y zas otro nuevo sacudón, y así uno a uno, hasta que ingiero todas las galletas esparcidas que las mujeres le han tirado al animal que les sirve de dirección, luego todas me saludan y se van contentas.

Destinada a ser una perra humana de críaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora