-¿Has analizado mejor lo que te he dicho, Thomas?-preguntó su madre, quien se encontraba recargada en la puerta principal.
-Sí, mamá.
-Bien, pasa, te quedarás con nosotros mientras te consigo un departamento.
-Mamá no es necesario, puedo hacerlo yo mismo...
-¿Y arriesgarme a que otro marica te arrastre en sus ideas?-la mujer sonrió- No, por supuesto que no. Es más...-agregó-, te quedarás aquí, cómo siempre lo has hecho.Thomas detestaba que su madre insultara a Dylan llamándolo marica, pero no podía hacer nada para impedirlo, lo mejor era mantenerse en silencio.
Cruzó la puerta con cautela como si dentro de ésta lo esperase el peor monstruo de mundo listo para aniquilarlo. En cuanto fue tras su madre ni siquiera considero que su padre estaría también allí, y su estómago casi le da un vuelco al percatarse de la presencia de su padre. ¿Sabría lo sucedido con Dylan? De ser así, Thomas ya era hombre muerto.-Agradece que no le he contado nada a tu padre- le susurró su madre, como si le hubiese leído la mente-, pero tendrás que inventar una buena excusa para justificar tu regreso; la vez que te fuiste estaba muy disgustado.
Brodie clavó la mirada en la espalda de su padre, y su cuerpo comenzó a temblar. No quería hablar con él.
-Tommy, veo que has decidido volver-su padre se giró para mirarlo de frente, en sus labios bailaba una sonrisita burlona- Y bien, ¿ahora qué ha pasado? ¿Te has quedado sin dinero, no conseguiste trabajo? Oh, ya lo sé, ¡te has dado cuenta de que sin nosotros eres un completo inútil!
Thomas apretó los dientes con fuerza, odiaba que su padre lo tratara así; odiaba que su madre no hiciera nada para defenderlo.
-No es eso- intervino su madre, por primera vez en su vida- Lo que pasa es que... he extrañado muchísimo a Thomas y le he pedido que se quede con nosotros.
El hombre levantó las cejas con un gesto burlón y soltó una carcajada.
-Oh, mi querida Anastasia, te amo demasiado. Pero no logro comprender porqué lo extrañas, ¿no te da asco verle la cara? Ver que el único varón que lograste concebir no es más que un maldito pendej...
-¡Thomas!-interrumpió la exclamación de una voz bastante conocida, la voz de su hermana- ¡Thomas, estás aquí, te extrañé tanto!-. La chica de cabellos dorados corrió a donde él y lo apretó en un cariñoso abrazo-. ¿Por qué rayos no me avisaste que te irías, idiota?
-Discúlpame Ava, lo he pasado por alto.
-Está bien, pero no lo vuelvas a hacer, ¿de acuerdo? Fue muy feo para mí.
-Por supuesto que no, hermanita.Ava se separó de él, esbozó una amplia sonrisa y lo jaló del brazo.
-Ven vamos a mi habitación porque puedo ver que han pasado muchas cosas y, me las contarás todas. Además, padre no se ve muy contento con tu presencia así que mejor ven conmigo-le dijo lo último en un susurro-. Con permiso madre, con permiso padre.
Caminaron por el largo pasillo y subieron por los blancos peldaños de las escaleras; eran demasiadas, tantas que Thomas y había comenzado a jadear.
-Hey, no te vayas a desmayar, hermanito-se burló Ava-. Aún nos faltan la mitad.
-¿A quién se le ocurrió semejante estupidez? Es más fácil y barato poner un jodido elevador.Su hermana soltó una carcajada y comenzó a subir los peldaños de dos en dos.
-Ese vocabulario, señor Sangster, no sea maleducado. Sólo cállate y sube, Tom.
El rubio se detuvo, tomó una gran bocanada de aire y comenzó a subir los escalones rápidamente.
Al terminar se recargó en sus rodillas, exhausto, e intentó respirar.-Vamos, Tommy-la chica le dio un leve codazo-. No es para tanto, de niños solíamos correr así por estas escaleras.
-Sí, Ava, pero de niños...-jadeó con fuerza y tosió- Ahora mi condición física anda por los suelos. No me digas Tommy, ¿está bien?
-¿Por qué no?-inquirió ella, entornando los ojos.
-Porque no me gusta que me llamen así.
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Serendipia. (Dylmas)
RomanceUn hallazgo afortunado e inesperado que se produjo mientras él buscaba algo totalmente distinto... Un sentimiento realmente inefable: tan increíble que no puede ser explicado. Un amor prohibido, un amor diferente, pero tan puro y cristalino como el...