𝐎𝐂𝐄𝐀𝐍 𝐄𝐘𝐄𝐒ᵗʰᵉ ʰᵘⁿᵍᵉʳ ᵍᵃᵐᵉˢ

xix.

LUNA CRESTA ES AHORA UNA DE LAS PREFERIDAS DE TODO PANEM DEBIDO A SU DULCE comportamiento a lo cual cuando llega al capitolio todos se vuelven locos al verla por eso la joven no le gusta salir de su habitación por eso mismo Johanna tiene que bajar algunos pisos para poder verla y pasar tiempo con ella.

Nadie sabe de la relación de hecho a ojos de todos los tres jóvenes son buenos amigos casi como hermanos ya que siempre los ven juntos.

- ¿Ahora qué estás leyendo Luni? - cuestiona la chica tomando asiento al lado de la nombrada

- Filosofía - responde recargando su cabeza en el hombro de Mason

- No entiendo como puedes soportar leer estos libros -

- Son interesantes, me es divertido saber la opinión de cada uno de los filósofos y saber sus fundamentos -

- Nuestra linda genio - dice Finnick besando la mejilla de la chica

- Podría compararte con mahara y voltios, pero tú eres más linda -

- Beete y Wiress son muy amables e inteligentes no creo que sea correcto que los llames de esa manera -

La joven Cresta tiene un gran respeto hacia ambos mayores no sólo por su inteligencia si no por ser los mentores de su amigo, ambos fueron tan amables con ella desde que la conocieron, elogiaron su inteligencia y su gran curiosidad, pero sobretodo le dieron las gracias por haber tratado de reanimar a Charles.

Ambos lo querían como él hijo que nunca tendrás así que su partida fue muy dolorosa y ver a aquella chica que tanto hablaba su tributo les fue muy conmovedor así que en seguida a acogieron bajo sus alas sobretodo al ver la gran curiosidad de la joven y sus deseos de aprender tanto como pudiese.

- Solo es un apodo de cariño, como el que tengo para ti - se defiende la chica

- Supongo que esta bien si es así - habla la joven colocando un separador en su libro

- Al fin, ahora danos tu atención- sonríe Mason abrazando a Cresta

Aquello hace reír a la pelinegra quien juega con el cabello corto de la chica, Johanna había estado bastante cariñosa y no es que no lo sea era simplemente la reciente muerte de sus padres.

La joven teme que ahora le quiten lo único que ama y esa persona era Luna quien juega con su cabello, no quería que nada malo le sucediera a aquella bella chica de ojos azules porque ahora era lo único que le queda, lo único que vale la pena de tener.

Finnick en cambio veía a la joven como la persona más preciada que tiene así que le gustaba tenerla entre sus brazos como ahora mismo mientras simplemente siente su respiración y con esa simple acción se siente mejor, ama con locura a Luna, ambos la aman con locura porque aquella joven era su calma entre una tormenta y ella los ama porque son un lugar seguro al que puede recurrir siempre sin temor a que algo les pueda suceder.

- ¿Estoy interrumpiendo algo, verdad? - los tres voltean viendo a Artemisa

- Si - dice Finnick y Johanna

- Si, pero no te preocupes - responde Luna

- De acuerdo, solo venía a darles su ropa para la fiesta del Presidente Snow - dice dejando dos vestuarios

Estaban a juego, eran de color blanco con varias perlas incrustadas simulando olas en la parte baja del pantalón y falda.

- Como siempre te haz lucido - halaga Mason

- Gracias querida, aunque debo decir que ya tengo competencia-

- ¿Quién? - pregunta Luna

- Se llama Cinna, trabajará con el distrito doce el año que viene y por lo que he escuchado ya tiene unos magníficos diseños -

- Dudo que sea tan bueno como tu Artemisa - agrega Finnick viendo la ropa - Solo míralo, tu ropa siempre tiene cosas positivas que decir -

- Siempre me siento una princesa cuando uso tus diseños - comenta Cresta

- Basta de adulaciones, harán que me sonrojo y créanme el rosa no luce tan bien en mi estilo-

- Solo veo blanco - susurra Johanna

- Le gusta así - le dice en el oído si pareja

- Aun así debes confiar en que tus diseños seguirán siendo bellos y llamaran la atención como lo ha hecho año con año -

- Gracias querido -

- El distrito dos fue el ganador - comenta Lady entrando a la habitación

- Ya se estaban tardando - ríe Mason

Los tributos del distrito cuadro dieron jna gran lucha aunque no duraron demasiado debido a que la mayor parte de los tributos ese año ya tenían diecisiete o dieciocho años mientras que ellos tenían quince.

Luna no se encariña con ninguno de dos debido a que aún recordaba a Boris y a Cecily, de hecho personalmente fue con su padre para acompañarlo en su pésame aunque en el hombre en su lugar se enojo debido a que ninguno de sus hijos ganó ese año llamándolos fracasados y gracias a eso tiene una foto de ambos en su habitación donde eran simples niños.

- Ya podemos irnos- susurra el rubio

La chica del distrito cuatro asintió con la cabeza para luego caminar hacia su pareja besando con cariño su mejilla para luego abrazarla.

- Llama por cualquier cosa -

- Estaré bien Luni, nos veremos cuando menos los esperes - dice Mason - Cuídala rubio -

- Siempre - promete

- Vayan con cuidado mis niños - dice Lady besando la mejilla de Luna

- ¡Mildreth! - regaña Artemisa sacando un pañuelo - Tienes un labial que no es mate-

Aquello confunde a los tres mentores ya que no sabían el nombre real de Lady y les pareció muy extraño saber que su nombre era simplemente Mildreth algo que le recordó a Luna un personaje sobre un libro de fantasía que había sido escrito antes de los días oscuros.

Ya sin labial en su mejilla se despide de las tres mujeres para caminar con la mano entrelazada de Finnick de vuelta al distrito cuatro donde dos pelirrojas siempre los esperaban en la estación de tren para darles una cálida bienvenida después de días estando lejos de su hogar.

- Estoy seguro que tu madre hará una gran cena por nuestra llegada, como siempre-

El rubio no recibe respuesta en su lugar siempremente siente como lo abrazan, algunas veces extraña esos momentos donde somo están ellos dos a pesar de que la mayor parte del tiempo él está con ella incluso cuando no debe ya que varias veces llego a dormir con ella y no fuera por la señora Cresta incluso viviría con ella.