Aquellos ojos negros me fulminaron, estaba perdida en su mirada, llena de terror por lo que podía ocasionar ese repentino beso que Will me dio, cuando este último pasó su brazo por mis hombros y me acercó de nuevo a él, quise rechazarlo, pero Carol nos estaba viendo.
—¡Por favor, Will! —, susurré en súplica, no quería ser grosera y sacarle el brazo, o levantarme de forma tosca, quería que él se alejara para que Adiel no se formara una película en la cabeza.
—¿¡Qué!? — Se acercó más, me empujé un poco hacia atrás, su brazo me tenía bien sujetada, acercó sus labios a mi oído y susurró —Somos novios, ¿no? Si quieres que tus amigas no descubran que sales con otro, debes actuar bien.
¿Otro?
Will sonrió y se alejó —Cambia esa cara hermosa—, me había quedado anonada con lo que había dicho, que ni lo vi venir nuevamente para volverme a besar —¿Quieren algo de tomar?
—Si, refrescos—, lentamente giré el rostro para buscar a Adiel, lo encontré dándome la espalda. Will corrió y se paró a su lado, le vi mover los labios y mirarme, me fui levantando poco a poco, quería saber que le estaba diciendo a Adiel.
—¿Qué sucede Crys? Estás pálida.
Vi Adiel irse sin regresar a ver, y fui tras de él, al llegar a su lado musitó entre dientes —¡Detente! ¡No te acerques más! —, aquello formó un hoyo en mi pecho, mis pasos se hicieron más cortos y mi ojo lagrimal picó, Will me llamó, no me giré a verlo porque mis ojos estaban inundados de lágrimas, aceleré el paso y fui hasta el baño, me encerré ahí y dejé rodar las lágrimas.
Con las manos temblando saqué el celular, marqué el número de Adiel, la llamada se pasó y no contestó, volví a marcarle y en esta vez sí contestó, se quedó en silencio y cuando sollocé habló.
—¿Dónde estás?
—En el baño del piso tres—, se escuchó su gruesa respiración —Ok—, solo dijo eso y cerró la llamada.
Me quedé con el celular en el oído, seguido mi cuerpo rodó hasta que toqué el suelo, las lágrimas cayeron y cayeron, mi corazón dolía porque Adiel estaba enojado.
Me quedé un rato ahí hasta que la sirena sonó, cuando iba a salir lo vi venir, ingresó y agarrándome de la mano me metió a uno de los pequeños baños, me miró fijamente y cuestionó —¿Es cierto que sigues con él? —, negué.
—Nunca he salido con Will—, frunció el ceño, recordé que él me vio besando con Will y confesé —Salí veinte minutos, lo acepté, pero después de que usted nos encontrara en el salón lo terminé. Lo terminé porque no siento nada por él—, expliqué con los ojos aguados.
—¿Y entonces? ¿por qué te besó en pleno comedor? —, reprochó con enojo —Y no fue solo una vez...
—Porque Cleo le dijo a Carol que salía con Will para así cubrir nuestra relación—, el rostro de Adiel palideció.
—¿Cómo? ¿tu amiga sabe de esto? —, asentí. Adiel se dio la vuelta y soltó un suspiro.
—Ellas saben desde siempre que me gusta, que estoy enamorada de usted—, lo abracé por detrás —Pero solo Cleo sabe que salimos, Carol no, ella apenas se reconcilió con nosotras y...
Adiel se giró y me cubrió la boca porque se escucharon pasos y voces.
—Hagámoslo rápido—, dijeron, al segundo siguiente se escucharon gemidos. Adiel cerró los ojos y me llevó a su pecho tapando con sus fuertes brazos mis oídos.
Una vez que esos dos hicieron lo que venían hacer, se marcharon, yo continué aferrada al cuerpo de Adiel, oliendo su fragante aroma.
—Hay que salir ahora. Debes rendir tu segundo examen y yo tomar el mío—, me miró fijamente —Luego hablamos—, me dio un suave beso y salió. Antes que saliera le agarré la mano y dije.
ESTÁS LEYENDO
Profesor Adiel
RomanceLo amaba en silencio desde que era una chiquilla, pero era prohibido en todos los aspectos. Juraba que nunca iba a tener una oportunidad, sin embargo, un día, él la miró, la citó, y su vida cambió.