ACTO I: la mentira

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i. efecto dominó

"¡hola! ¿qué tal hoy en la uni?" – pregunta el ex amsterdamés por teléfono mientras cierro la puerta de mi casa.

"bien, la verdad que los jueves son días bastante leves. la semana que viene es la última que tengo clase. ¿y tú? ¿qué quieres?"

"¿por qué iba a querer algo? siempre te llamo para hablar un rato."

"sí, pero nunca me llamas si no es para contarme algo." – sonrío, sin esperarme la hecatombe que iba a escuchar después.

"odio que tengas razón." – me insulta en neerlandés y yo ruedo los ojos. – "vale, pero... ¿sabes que acabo de volver de vacaciones con mikky, no?" – me aguanto el suspiro de exasperación y afirmo.

"¿qué has hecho, quemar una casa de esas que son de madera mala allí en yankilandia?"

"no." – titubea un segundo. – "la cosa es que... bueno, supongo que no has visto mi publicación de instagram."

"llevo toda la semana de aquí para allá, lo último que he podido hacer ha sido meterme en ninguna red."

"bueno, pues..."

"frenkie, dilo ya." – resoplo, impaciente por tanto rodeo, una característica inherente del mundo del fútbol de mi padre que yo había heredado.

"hemos vuelto... comprometidos."

pestañeo incrédula. la verdad que había esperado que el anillo se extraviara.

"¿comprometidos?"

"sí, se lo pedí allí enfrente del paisaje. era precioso, tendrías que haber estado allí para verlo."

¿el paisaje o tú?

él sigue hablando, pero noto cómo mi cerebro va perdiendo la capacidad de procesar y ya solo escucho su acento rebotando en mis tímpanos.

"pensamos que diciembre sería buen momento."

"¿buen momento?" – vuelvo en mí.

"para la boda."

"ah." – oír esas tres palabras han provocado un efecto dominó en mi cabeza que desgraciadamente sé que me van a perseguir mínimo hasta el momento en el que le oiga decir sí, quiero. – "bien, supongo."

"¿no tendrás exámenes ni nada por esas fechas, no? mikky quiere que seas una de las damas de honor." – pregunta. – "¿vendrás, verdad?"

por supuesto que su novia quiere que esté allí. y por supuesto que él quiere que vaya a su boda.

es la primera vez que he rezado para que alguien me dejase encerrada en la universidad sin medios para salir y no consentirle el deseo. no quería ir. no quería ver cómo el chico de mi vida se casaba y se alejaba definitivamente. no quería.

"claro." – digo con la voz trabada. – "si no tengo trabajo ni nada, iré encantada."

"¡genial!"

vuelve a envolverse él solo en lo que habían pensado hasta el momento, los colores predominantes, las flores, el sitio y los invitados cercanos.

yo suspiro, sabiendo que no le diría que no a nada. cómo iba a hacerlo. para él seguía siendo su mejor amiga.

y al parecer, tendría que estar en su boda.











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regalito por el "buen" resultado de champions, recemos para los nuestros mañana. si sale decente, cuando se acabe el partido os subo el siguiente para celebrar <3

VISTA AL MAR - Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora