viii. puño y letra

94 7 4
                                    

whatsapp

Sofi

sé que estarás durmiendo a estas horas

pero para avisar

cuando veas esto al despertarte

mañana (tu hoy) voy al entreno

iré tarde, tú sé puntual por si acaso

haz la pantomima de que estás muy contento

ya veremos después


me fijo en la hora de los mensajes. los había mandado a las tres de la mañana. me muerdo el labio un segundo, preocupado. espero que esté descansando.

planteo mandarle un mensaje para preguntarle en qué debería pensar para fingir tanta alegría, pero no me iba a contestar si estaba durmiendo, claro. sacudo la cabeza y decido pensarlo en el coche.

suponía que no la iba a llevar frenkie al entreno, si es que iba tarde, así que al menos nos quitamos eso.  

"buenos días." – saludo en cuanto la veo poner un pie en el campo. levanta la vista de su móvil y observo sus ojeras. – "¿estás bien? ¿qué tal has dormido?"

"sí, solo estoy con cuatro horas de sueño y con los niveles de serotonina por el subsuelo, buenos días para ti también." – ironiza. – "¿qué tal las primeras horas de teatro?" – le da un sorbo a su vaso de cartón, que suponía que era café.

"tu mejor amigo me ha echado un par de miraditas asesinas, pero me parece un récord que todavía no me haya estrangulado." – ella se ríe, sé que de manera honesta, y yo sonrío más de lo que haría normalmente para montar la escena. – "no sé si soy buen actor, aún así."

"no te preocupes, con esto aprenderás." – noto cómo cambia un poco su expresión para seguirme el juego. – "bueno, pues..." – finge nerviosismo. –"nos vemos luego."

"sí, claro. que se te haga leve lo de los proyectos y eso."

le sonrío y vuelvo al círculo de jugadores que ya habían terminado la pausa de hidratación.

frenkie, que nos había estado vigilando, me lanza una tercera mirada asesina y se cruza de brazos. me aguanto la risa y presto atención al entrenador.

una media hora después, finiquitamos la sesión y me encamino de vuelta a los vestuarios. por azares del destino, cuando voy a entrar me encuentro con la morena en la puerta. – "hombre, hola. ¿me estabas esperando?"

"no te flipes tanto, anda." – me da un golpe en el hombro. – "acabo de terminar una llamada, estoy exhausta y solo son las once de la mañana. en qué momento me puse yo a estudiar una carrera universitaria." – se pone una mano enla frente, apretándosela contra la piel. – "voy a colapsar en cualquier segundo, estoy agotada. y solo llevo medio mes."

"bueno, ¿vas a entrar a saludar? ¿tienes pensada ya la excusa para venirte conmigo?"

"mi excusa va a ser que me gusta mucho la mesa de vuestra cafetería." – entrecierra los ojos enmi dirección. – "juro que como pregunte más de la cuenta entraré en combustión espontánea."

"no hagas eso, que si no la hemos liado con la movida esta."

"calla, pedro, que me estresas más." – dice mirando el móvil de nuevo. – "bueno, voy a ver qué me dice este chaval, me voy al comedor, estaré como quince minutos porque ya que estoy comprobaré una cosa de urbanismo y ya después nos vamos."

creo que me mareo hasta yo oyendo a la pobre chica, normal que no pudiera más. – "vale, te iré a buscar luego, entonces."

"no prometo que me vaya a dejar quedarme, así que atento al móvil por si se tuerce la cosa."

VISTA AL MAR - Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora