la boda.

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"suéltame, frenkie." – siseo, mientras me arrastra con él a una habitación desocupada de la masía en la que se iba a celebrar la boda. – "¿qué coño se supone te pasa?"

"¿me ibas a decir acaso que seguías con él? ¿desde cuándo te dejas tocar los hombros?"

intento disimular lo paralizada que estoy, sabiendo que tengo que enfrentarme a algo que no quería revivir.

sus ojos azul hielo, de los que me he pasado enamorada toda la vida, se clavan en mí. – "¿y bien?"

"no sé qué importancia tiene eso siendo el día de tu boda."

"¡pues que eres mi mejor amiga!" – grita en neerlandés. – "y si esto sale mal, no podrás decir que no te lo dije. "

"¡a lo mejor no quiero que te metas! ¿te tengo que recordar que no me has hablado en semanas?"

"porque la culpa es mía, ¿no?" – se queja. – "¿se lo has dicho a tu padre siquiera?"

"mi padre no tiene por qué saber todo lo que hago." – farfullo. – "además, llevo mes y medio sin hablar con él."

el rubio entrecierra los ojos en mi dirección, sin creerme. hacía ya más de una década que me había visto contarle todo a mi padre, señalar con el dedo a todos los jugadores del campo comentando las jugadas desde el palco del estadio en ámsterdam, ir de la mano con él a todas las presentaciones, parar en el puesto de enfrente de la puerta de nuestra casa tres veces a la semana para comprar bitterballen antes de cenar. no era posible que yo no hubiera hablado con mi padre.

pero era verdad. a él tampoco le había dicho nada.

si supiéramos que no nos echarían la bronca, no habría problema. pero mi padre lo haría. y frenkie también.

éramos pedri y yo contra el mundo en esto.

"¿sabes qué? déjalo. tendría que haber sabido que te pondrías así."

"sof." – se arrepiente.

"disfruta de tu día." – digo entre dientes, y pisoteo mi camino hacia la puerta con la tela del vestido volando tras de mí.

"alles kits? (¿todo bien?)" – pregunta mikky al verme. la discusión ha debido dejarse ver más de lo necesario en mi expresión.

dedico un minuto a observarla mientras respiro hondo. era una de las chicas más guapas que yo había visto nunca, otra cosa que añadir a mi lista de complejos, que me había pesado encima desde que empezaron a salir. y si fuera borde, si tuviera algún mínimo defecto, me encantaría odiarla, pero es que no tiene. siempre ha sido una persona maravillosa, y me da más rabia todavía. solo he podido corresponderla toda mi vida, y nuestras conversaciones no han hecho más que aportar a que la herida fuera cada día más profunda.

como amiga de frenkie, he tenido que aguantar horas interminables sobre lo bien que había ido su última cita, las opciones de regalo de aniversario, destinos de vacaciones y el dolor de corazón que todo ello suponía.

cuando fichó por el barça y se trasladaron, lo agradecí. esperaba que aquello me ayudase y no tuviera que pensar en él, al menos verlo, durante unos años. estaba dispuesta a superarlo, hasta que mi padre anunció que nosotros también volvíamos a españa poco después. y volví a lo mismo.

la universidad me distrajo un tiempo, al menos, entre estudiar en canarias y el erasmus en italia. pero aquí estaba, en el último año de carrera, con toda mi estabilidad académica peligrando desde hace meses por una puta boda. la de mi mejor amigo. porque yo no iba a ser nada más. y no quería serlo.

"ja. (sí.)" – me limito a contestar. miro el reloj de la pared del cuarto en el que estábamos ella y las damas de honor, esperando a que la ceremonia empezase. me da tiempo.

salgo al jardín, en la parte de atrás del edificio, y cuando me cercioro de que estoy sola, suelto el aire que estaba aguantando y dejo que lágrimas contadas caigan sobre mis mejillas. el maquillaje no podía estropearse demasiado, y yo era demasiado orgullosa como para compartir con nadie las pocas veces que se me caía la dignidad.

"¿estás bien?" – reconocería el acento hasta en la otra punta del mundo. oigo cómo las piedras del suelo se mueven con sus pasos.

"no te acerques, por favor." – le pido, todavía de espaldas y con los pocos segundos de fuerza que meda la voz. me hace caso y deja de andar.

un silencio incómodo asfixia el oxígeno del aire, lo cual me sienta peor tras la conversación que había tenido con él minutos antes. no siento el frío de diciembre.

"sabes que no tienes que ser tan... estoica todo el tiempo." – empieza el chico, pero no reacciono. a veces odio lo mucho que me conoce. – "llorar no es algo que te haga débil, ¿sabes?"

inspiro hondo y me seco con cuidado las lágrimas. – "¿qué quieres, pedro?"

"acabo de acordarme... ¿has decidido ya lo que quieres a cambio de esto?"




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technical issues

basada en: vista al mar, quevedo

portada: hjmybeloved

comentarios: respeto, críticas constructivas, opiniones sobre la historia, declaraciones de odio/discriminación serán denunciadas

test de bechdel: irrelevant

recomendaciones: que disfrutéis 


DEDICADO A


ela, gracias por todo. no sabes cómo de consciente soy de tener tanta suerte como para poder llamarte amiga. mi vida sería mucho peor sin ti, estoy segura. esta historia es para ti. espero que la disfrutes tanto como yo disfruto de verte emocionada por estas cosas. te quiero. ojalá te tenga toda la vida.





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empezamos, no sabéis la que se os viene encima 

espero que os guste tanto como a mí escribirlo <3

VISTA AL MAR - Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora