xiv. downhill

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"hola." – exhala de golpe al abrir la puerta. – "me pillas algo ocupada." – sonríe.

la miro bien: está algo despeinada, la respiración irregular; sonrisa sincera y sonrojo en las mejillas.

dios mío, que deje se ser tan guapa.

"puedo volver en otro-"

"¡sofiii!" – oigo gritar a una voz aguda. – "¡esta pieza no entra!"

"eso es imposible, cariño." – grita de vuelta. – "prueba del revés."

sonrío. – "si molesto, me vo-"

"¡no! no hace falta, te puedes quedar. todavía tengo sitio." – me dice. – "entra, que no muerdo."

"no sé yo si te caigo tan bien para estar seguro de eso." – bromeo.

ella rueda los ojos. – "la amenaza de exponerte al mundo sigue ahí, solo para la tengas en cuenta."

"la tengo en cuenta." – me adentro en su piso y me quito el abrigo.

al entrar al salón, veo a dos niños sentados en el suelo detrás del sofá, rodeando un puzle con la mitad de las piezas sueltas del revés, tiñendo el parquet de gris.

"son los hijos de fernando. le ha surgido un algo personal y yo, como no tenía nada mejor que hacer, me los he traído a casa." – explica, y se apoya en el lado izquierdo del marco de la puerta, enfrente de mí. – "ha sido mala idea, si me lo preguntas."

me río. – "lo suponía, no había preguntado por educación."

"chicos, mirad quién ha venido." – los niños levantan la cabeza del rompecabezas y miran hacia nosotros. – "decid hola."

"¡es pedri!" – chilla el mayor, que viene corriendo hacia mí y se me abraza a las piernas. – "hola." – mira hacia arriba y saluda tímido.

miro a sofi un segundo para evitar derretirme de amor ahí, aunque no hacía mucho efecto. – "hola, peque. ¿cómo te llamas?"

"soy lucas. y él" – señala al otro niño, que venía mucho más despacio, intentando no caerse al andar. – "es mi hermano álex."

"encantado de conocerte, lucas." – me agacho y chocamos el puño. – "¿te lo estás pasando bien?"

"¡sí, mucho!" – exclama sonriente. – "la tita sofi nos ayuda con el puzle."

"qué bien, ¿y os queda mucho?"

"sí, un montón." – resopla. – "tenemos que hacer todo lo de adentro todavía."

sonrío de lado y el otro pequeño llega a sofi. – "ven, nene." – lo coge en brazos y da un paso para acercarse a nosotros.

le doy la mano a lucas y me pongo de pie. – "hola, chiquito. ¿eres álex, no?" – le muevo un poco el pelo y le rozo la mejilla suavemente, por si se asustaba.

él asiente y esconde la cara en el hombro de sofi, quien se ríe un poco. – "ay, que el pobrecito es muy tímido. venga, álex, vamos a seguir con el puzle, ¿sí?" – mece un poco al niño y le hace cosquillas, y se dirige de nuevo al interior del salón.

"¿vamos, lucas?" – miro hacia abajo y sonrío.

"¡sí, vamos, vamos!" – responde emocionado, tira de mí hacia donde estaban los otros dos.

nos sentamos con ellos y seguimos con la tarea, yo ayudo dando vueltas a las piezas para ver la imagen y sofi señala posibles sitios en los que álex va probando lo que coge para ver si encaja.

"bueno, peques, el puzle está muy chulo, pero tendréis que hacer los deberes, ¿no?"

"nooo, solo quiero hacer los de plástica contigo." – lucas hace un puchero y se gira hacia mí. – "la tita siempre nos ayuda con los dibujos porque ella dibuja muy bien."

VISTA AL MAR - Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora