ACTO II: los sentimientos (1)

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xi. conocimiento público

"hola, ¿acaso es la primera vez que te dignas a llamarme por teléfono?" – su voz juega con varios tonos al otro lado de la línea, pero sin seriedad.

"pues para tu información, no, el día aquel del parque te llamé porque no me contestabas al timbre, maleducada." – recuerdo, sonriendo. – "así que esta vez pierdes tú."

"vale, bueno, aquella no vale porque... estaba muy estresada y estaba siendo una gilipollas, así que gano yo."

"¿tengo que acostumbrarme a que siempre tuerzas el relato y encuentres una razón para que acabes ganando tú?" – me froto los ojos con los dedos.

"¿de verdad tienes que preguntar? me haces parecer del madrid." – río. – "ahora mi pregunta es otra: ¿para qué me llamas?"

"para que me abras la puerta." – digo mirando la pegatina enorme de la pared que dibuja un dos sobre el yeso.

"¿la puerta?" – juraría que he oído cómo frunce el ceño.

"sí. me encantaría quedarme aquí, pero te haré saber que el yeso de la pared de tu pasillo es más aburrido que un almería - getafe."

oigo pasos dentro del piso, aunque la llamada no ha colgado. se paran de golpe. un segundo de silencio en el que supongo que ha mirado por la mirilla y veo cómo la puerta se mueve hacia dentro.

lo primero en lo que me fijo son sus dedos, que siguen con las uñas neutras y los anillos plateados que las estilizan más si era posible.

cosa nueva a la lista: manos bonitas.

se me queda mirando como si fuera un sospechoso de investigación policial por el asesinato de alguno de sus familiares.

"¿cómo has entrado?"

"me he encontrado con una persona que salía y amabilísimamente me ha sujetado la puerta para poder pasar." – le digo tranquilo, sabiendo que su expresión era falsa.

"¿qué haces aquí?"

"darte esto." – le paso el cartel plastificado de la invitación con su cinta. – "no- no lo pierdas, si no me matan y a ti no te dejarán pasar."

"lo suponía..." – dice, dándole vueltas para examinarlo desde todos los ángulos. – "es bastante más simplón de lo que habría esperado."

"ah, y... espero que no te moleste lo de la foto. la saqué de tu instagram porque... bueno, no tenía más sitios de donde sacarla."

"en twitter subo mejores fotos y se descargan más fácil."

"oh, claro." – me balanceo un poco en las puntas de mis pies. – "no se me... ocurrió."

"búscame, no hay mucha más gente que se llame sofieke. a veces subo algún tweet mío a las historias de instagram, así que puedes estar atento ahí. si quieres."

más silencio. termina por mirarme.

"¿y... has venido hasta aquí solo para, ya sabes, darme esto?" – sé que está confusa. mi ruta ideal no pasa cerca de su casa.

"sí, claro." – respondo obvio. – "mandártelo por correo era... un poco frívolo, ¿no te parece? y- bueno, no sabía si ibas a tener tiempo libre para venir a algún entrenamiento antes del partido, así que tenía que dártelo antes del domingo, y esta me pareció la mejor manera." – no sé si me ponía nervioso su completa indiferencia o el silencio. o ella, en general, siendo que habíamos prometido en actuar para el público. era raro hacer estas cosas en privado.

VISTA AL MAR - Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora