Llegó el Domingo, con los nervios de las Gómez por saber que tenían que presentar a sus parejas, como si estuvieran las dos en la misma casa y estuviesen sincronizadas las dos estaban dando vueltas por el salón de sus casa mordiéndose las uñas, con ellas las miradas de su chica y su chico viendolas pasear de un lado a otro con la mirada.
-Cariño, no soy yo la que tendría que estar nerviosa? La rubia la mira y se toca la frente y el cuello en señal de nervios.
- es cierto, perdona amor, pero no sé hasta qué punto es buena idea la de mi hermana, tendríamos que haber ido antes y ya hoy pues veníais a almorzar.
Tras intentar apaciguar lo posible desayunaron y se fueron a la ducha, primero la morena y después su chica.
En el momento que Luisi estaba en la ducha sonó el timbre.
-Nachete, que te pasa? Estás un poco blanco.
-Estoy muy nervioso, no sé qué me pasa ya los conozco hace tiempo y he tomado el café con ellos, pero esta vez no sé por qué pero parece que fuese la primera vez.
-hermanito, estás enamorado, aparte no es la primera vez que estás con ellos pero si la primera que estás como novio de María.
Al rato, los chicos estaban ya vestidos se dirigían los cuatro a casa de los Gómez, las dos hermanas iban más tranquilas hablando por el poco recorrido que había desde su casa hasta la de sus padres.
Llegando a casa vieron a su padre en la puerta del portal, el hombre espero a que llegarán los cuatros a su altura para subir todos juntos, Amelia y Nacho al verlo empezaron a ponerse nerviosos, los dos se miraron tragando fuerte, como si en vez de ir a un almuerzo familiar con sus parejas parecían que iban los dos a la guerra.
-Hola chicas, como están dos de mis mujeres favoritas? Preguntaba el padre a sus hijas, las dos chicas sonrieron con su padre dándole cada una un beso a su padre, este levantó la cabeza yendo a Nacho y Amelia.
- Oye, no hay comida para tantas personas, Marcelino los miró seriamente lo que hizo que los chicos se mirasen como la cara blanca y de preocupación.
- Bueno, Luisi no te preocupes, nosotros vamos a comer y después os llamamos para ver si habéis terminado, si no pues nos entretenemos dando una vuelta o algo.
Las hermanas se miraron y empiezan a reírse las dos con las lágrimas casi fuera ya de tanta risa, Marcelino también se ríe y los chicos se miran como n cara de no entender nada.
- Vamos anda, les dijo la castaña y tú papá vale una broma pero así sin llegar a casa aún ni nada.
Los chicos respiraron y se les cambió la cara, llegaron los cinco a la puerta de casa, el hombre abrió e invitó a todos a pasar.
-Manolita... Ya están aquí las chicas, la madre salio a recibirlas dándoles un abrazo a sus hijas y mirando a sus acompañantes.
-Mama ,papa, ella es Amelia mi pareja, dijo de carretillas una rubia con los nervios que ya se habían dado cuenta sus padres por como había hablado.
- Como tú pareja? Marcelino la miró aún no he dado mi consentimiento, no ha respondido la pregunta.
-Papa!!!! Déjate de tonterías anda.
La hermana mayor interrumpió sabiendo que ella al momento iba a tener la misma conversación ya que su padre no "aceptaba" a nadie que no fuese del Atlético de Madrid.
- Este es Nacho, ya lo conocéis como mi amigo pero hemos dado un paso más, ahora somos pareja y estamos muy felices.
El padre y la madre de las chicas los abrazo en el momento que llegó Pelayo al salón, buenas tardes a todos, que bien vamos a comer hoy con tanta compañía, el hombre mayor era un amor y sabio en todo lo que decía.
- Bueno la pregunta del millón, de que equipo sois?
Los "hermanos" se miraron con cara de, de verdad era esa la pregunta? Se rieron porque no entendían que fuese vital el equipo del que fuesen.
- Yo antes que nada soy del Recreativo de Huelva y del Atlético de Madrid.
Marcelino la miró, bueno aunque sea el segundo eres de mi equipo.
- Yo soy del Madrid, dijo Nacho, el suegro lo miró con cara de pocos amigos
- No vamos a ver un partido juntos Nachete nunca.
Manolita salió de la cocina indicando que todos se sentarán ya, la comida está lista.
Los chicos y el adolescente de la casa salieron de sus habitaciones, Cata y Ciriaco venían corriendo, la chica se quedó cortada al ver a tantas personas.
- Cata, no me das un beso? Luisiiiii, la pequeña fue a los brazos de su hermana para darle un beso y esconder la cara entre el hombro de la rubia y sus pelos.
-Cata, a mí no me das un beso? Y tú Ciriaco, tampoco?
Los chicos fueron a su hermana mayor para saludarla, quedándose Ciriaco con ella pues era su hermana favorita y todo lo que pudiera estar con ella era mejor para el pequeño.
Cata salió otra vez hacia Luisita sentándose en sus rodillas.
-Luisi, la llamaba su hermana pequeña en lo que ella creia, señaló a la de rizos, ella es tu novia?
La morena se puso roja y la rubia se rió de la pregunta de la niña, todos se quedaron callados para ver qué le contestaba a su hermana.
- Si cariño, es mi novia dijo mirándola la de rizos, le quieres dar un beso?
La niña accedió, dándole un beso a la chica y quedándose ya de paso sentada sobre ella.
Manolita llegó con la paella que había preparado su marido, repartió a cada uno su plato, se pusieron a almorzar todos.
Cuando terminaron de almorzar y tomar el café, las chicas les dijeron a Ciriao y Cata que se vistieran para ir al parque o adar un paseo los seis.
Al salir de casa Marcelino llamó a Nacho y Amelia, para ejercer de esa parte dura de padre.
- Se las ve muy felices a mis hijas, gracias a los dos.. ahora bien si me entero que alguna derrama una lágrima por ustedes no tenéis ciudad para correr.
- Bienvenidos a la familia Gómez Sanabria a los dos.
Hasta aquí el capítulo de hoy.
Perdón por las faltas de ortografía ❤️.
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Huelva,un finde y miradas
Short Storyunas mini vacaciones con los amigos,una mirada y la playa con la luz de la luna y una guitarra. Qué más podría ser?