Una fecha, en Huelva.

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En la actualidad:

- La verdad que la pedida fue increible, teníamos a nuestros amigos, nuestra familia. Comentaba una morena aún con una sonrisa de oreja a oreja.

- Que modesta mi niña jajajaja, pero si, reconozco que no lo esperaba, ese día fue uno de los días más felices de mi vida.

Tiempo atrás:

Al acabar la boda de los amigos e irse ellos de luna de miel y los demás a los hoteles donde se alojaban, todos quedaron en almorzar juntos al día siguiente antes de regresar a Madrid.

Las chicas entraron en su habitación las dos con las manos entrelazadas, al cerrar la puerta Luisi jalo del brazo de la morena para ponerla frente a ella, la miró a los ojos perdiendose en ellos como si no hubiese más mundo que el de ellas dos. La morena la abrazo por la cintura mientras la rubia miraba su anillo de pedida con orgullo y los ojos brillantes, aún sin poder creerse lo que su ahora prometía había hecho.

- Eres increíble amor, creo que si no existieras te inventaría, no puedo imaginar una compañera de vida mejor que tú, gracias por hacer que sea feliz junto a la persona que amo, por dejarme caminar junto a ti y poder ir descubriendo de tu mano lo que nuestra vida nos depara, gracias por hacer que sonría nadas más amanecer tan solo por verte.

- Luisi, mi amor me vas a hacer llorar?

- No es mi intención pero es cierto lo que te digo, eres muy importante para mí y si la vida me deja quiero que lo seas el resto de los tiempos.

La morena la beso lentamente, recreándose en cada rincón de su boca, haciendo suspirar a su prometida, haciendo que la piel se le erizara.

La morena fue intensificando cada vez más los besos, bajando por el cuello de su rubia escuchándola suspirar y gemir, recreándose en el punto del pulso del cuello de la rubia sabiendo que eso la volvía loca, bajando por la garganta dándole pequeños besos y rozando con la punta de la lengua cada ricon de la piel, disfrutando con cada suspiro de la rubia, llevando sus manos a la espalda de su chica para bajar la cremallera del precioso vestido rojo, dejándolo caer y cogiendo a la rubia en sus brazos para llevarla hasta la cama, acostandola con toda la delicadeza del mundo.

- Amor, mírame, pedía una morena que en sus ojos se reflejaban deseo, deseo por la mujer que tenía tendida en la enorme cama de ese hotel, para la que poco a poco y con un rítmico contoneo se iba desnudando bajo la mirada de una rubia que se mordía en labio, deseando que la moto na dejará su ropa donde según ella le quedaba mejor en el suelo.

La morena se puso a horcajadas sobre su novia, lamiéndose los labios clavando sus ojos en los de Luisi, inclinándose para empezar a besar unos pechos que pedían atención a voces, lamiendo y dándole suaves bocados en el pezón de uno y con la otra mano acariciando el otro pecho para al momento cambiar y dedicarle los mismos mimos al otro seno, bajando poco a poco por el abdomen de una rubia cada vez mas mojada, llevando la morena su mano a la intimidad de la otra chica comprobando por ella misma el efecto que producia en la mujer que tenía debajo.

-Ameeee, por dios me vas a matar, te necesito, necesito tenerte.

La morena subió hasta su oído, - me tienes aquí y me tienes igual de mojada y cachonda que estás tú.

La rubia clavo sus uñas en la espalda de la morena cuando esta empezó con un vaivén de sus centros cada vez más seguido y presionando sus piernas para no separar sus centros, Luisiiiii , estoy a punto de correrme, la rubia al escucharla subió un poco sus caderas para hacer mas contacto con el centro de su prometida, masajeando a la misma vez los pechos de la morena, Luisiiiiiiii!!! Me corooooo Amorrrrr, la rubia sintió como el cuerpo de la de rizos se tensaba daba pequeños espasmos indicando que iba a llegar al clímax pronto, el vaivén de las dos hizo que ambas se corrieran a la misma vez.

Huelva,un finde y miradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora