💎𝙳𝚎𝚌𝚒𝚜𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜 𝚎𝚚𝚞𝚒𝚟𝚘𝚌𝚊𝚍𝚊𝚜 💎

125 11 2
                                    

Había pasado un mes desde que había tenido ese encuentro con Jungkook. También desde su sueño cachondo con él, claro, después de el gran interrogatorio de su chismoso amigo; Taehyung.

Quien no podía creer lo chico que era el mundo, que su mejor amigo y su jefe se hayan besado, claro, Jimin no le contó el candente encuentro que tuvo con aquel alfa pelinegro. Ya era suficiente que Jimin accediera sin pensarlo mucho al toqueteo con Jungkook.

Siempre se le había complicado estar tan cerca de un alfa, hablando íntimamente, no soportaba la idea que lo tocaran más allá de un abrazo y agarre de manos.

La actitud de Jimin arrogante ante los alfas era su escudo de defensa, tenía tan metido en su mente que los alfas no eran más que individuos que pensaban con la cabeza de su pene. Las palabras de su mamá siempre taladraban su mente, una y otra vez.

"Eres un omega varón, Jimin, los alfas solo te mirarán como un lugar donde desahogarse, no te tomaran en serio, serás como le juguete nuevo, después de que te usen, te botaran".

Su mamá siempre se expresó así de él, como si él hubiera pedido ser omega, pues se sabía que había pocos hombres varones y los alfas según su madre, los usaban por el morbo de como sería estar con un omega varón, que nunca sería la primera opción ante una omega bonita y curvilínea.

Si era eso cierto, ¿por qué no te tomaron en serio a ti?

Pensó Jimin, incluso una vez se lo dijo, harto que siempre lo menos preciara por ser omega, solo recibió una cachetada de respuesta.

Después conoció más omegas varones, su mejor amigo por ejemplo, se dio cuenta que tal vez en los tiempos de su mamá eran escasos pero ahora había muchos más y era normal que los alfas se casaran y formaran una bonita familia con un omega varón. Jimin lo sabía pero esas palabras aun estaban en su mente. Creyéndolas aun.

La mamá de Jimin lo marcó de muchas maneras, ninguna de ellas de una buena forma.

A pesar de la belleza indiscutible de Jimin, no confiaba en su casta contraria, los alfas siempre tenían ventaja en todo. Elegir a la omega, amarrarlos a ellos con un lazo, poder hacer que el omega muriera si decidían que querían a otra omega y la marcaran, dejando a su suerte al otro omega, bueno, condenándolo pues se sabía que un omega con un lazo roto simplemente moría. No soportaban aquel lazo roto, era demasiado doloroso y el lobo simplemente se dejaba de sentir, era mucho peor  si eran destinados. Aun así, el más afectado siempre era el o la omega.

No es que Jimin no tuviera pretendientes pero él nunca se intereso o les dio oportunidad de saber si realmente se acercaban a él con buenas o malas intenciones, él siempre dedujo que era solo para meterse entre sus piernas. Prefería mil veces retorcerse de dolor en su celo por no tener un nudo, que aceptar a cualquier idiota.

Es por esa razón, días después de su candente encuentro con Jungkook, se preguntaba porque su lobo no había rechazado al alfa, porque no le pareció repugnante el acercamiento con Jungkook. Lo conocía hace nada y de no ser por la interrupción de Tae, le hubiera dejado que se lo follora. Agradecía la interrupción de su amigo.

En el fondo, Jimin solo tenía miedo, nunca experimentó el amor verdadero, ni siquiera el de su madre. Aquella cicatriz siempre estaría presente.

Dejo en el olvido lo mejor que pudo el tema con aquel alfa, pues desde entonces no habían tenido otro encuentro.

Taehyung, le contó todo lo que sabía de Jungkook, que era hijo único del señor Jeon Seong-il y la señora Jeon Hee-ae, que tenía poco que había regresado del extranjero. Que venía a tomar posesión de la empresa de su padre. Golden company, la empresa de modelaje más importante de Corea del Sur. Que era donde trabajaba su amigo.

Entonces algo surgió en la mente de Jimin, en la soledad de su departamento. Era evidente la atracción que sintió aquel alfa por él y que a su lobo no le molestaba la presencia de él.

Que fuera hijo único de una de las empresas mejor posicionada en Corea, quiere decir que su cuenta de banco sería increíblemente grande, con más ceros de lo que pudiera imaginar.  No es que Jimin desconociera a la empresa pero estaba al tanto que aquel alfa era el proximo heredero de todo eso.

Aquel alfa le podía dar la vida que siempre quiso.

Jimin no tenía problemas económicos desde que empezó a trabajar arduamente a medio tiempo y después de hacer contenido en su redes sociales, ganaba bien, le permitía vivir una modesta vida pero no era suficiente. Al menos no para el omega.

Porque aunque tuviera, tenía que medirse aun en los gastos, la renta, la comida y facturas, entre otros gastos. Vivía cómodamente pero aun tenía que medirse y él deseaba poder comprar sin mirar el precio, poder entrar en aquellas listas de vendedores de marcas exclusivas, tal era como Dior, Hermès y Bottega Veneta. Ni siquiera podía pensar en la posibilidad de comprarse o si lo hacía, probablemente descompletaría algún pago.

Sin embargo, Jungkook tenía todo eso a su alcance, pues sus modelos trabajaban para esas marcas, ¿qué marca no quisiera trabajar con la empresa que tiene a los mejores modelos?.

Los modelos que contrataban las marcas más exclusivas eran de Golden company.

Entonces Jimin lo decidió, quería esa vida que le podía ofrecer ese alfa. Jeon Jungkook.

Encontraría la manera de encontrarse otra vez, de acercarse a él y enamorarlo.

Que se muriera por él, que si Jimin no estaba sintiera, que le faltara el aire y que obviamente, Jungkook le diera el mundo a manos llenas. Jungkook era guapo y de una buena familia, pues Jimin indagando más en la familia, supo que Jungkook era el ultimo lobo de casta pura, eso lo hacía estar por encima de cualquier rango.

Ahora entendía porque nunca lo vio inclinarse ante nadie, al contrario, todos le hacían reverencia a él. Incluso señores mayores que él. Al ser el alfa puro, su pareja merecía el mismo respeto y estatus que el alfa.

Ese pensamiento hizo que los ojos de Jimin brillaran en ambición y poder.

Convencido en acercarse al pilar de los Jeon, empezaría a idear un plan.

Entonces, como obra divina, recordó lo que un día Tae le ofreció.

"Jimin, ¿no te gustaría ser modelo aprendiz en Golden?"

Jimin se había negado ante la propuesta, pues a pesar de que su amigo afirmaba que tenía la belleza y el cuerpo, no le interesaba, sabía que era una carrera cansada y exigente, tanto emocional y físicamente. Pero si esta oferta le ayudaba a poder acercarse a su presa, la tomaría.

El omega rubio decidido a una sola cosa...

Seré el omega de Jeon Jungkook—dijo en voz alta, con una sonrisa ambiciosa. Mientras miraba la foto junto a Jungkook, la que su amigo le había tomado en aquel evento, publicada en la pagina web de la empresa.

Estaba convencido de aquello, trabajaría para cometer su objetivo. Cueste lo que le cueste. Estaba dispuesto a jugar con fuego.

Dispuesto a quemarse, con consecuencias que el ambicioso omega aun no veía.

A Jimin lo cegó el hambre de poder y ambición, no vio más allá de sus deseos materiales, él quería el mundo y solo Jungkook podía dárselo.

A Jimin lo cegó el hambre de poder y ambición, no vio más allá de sus deseos materiales, él quería el mundo y solo Jungkook podía dárselo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
💎𝙳𝚒𝚊𝚖𝚘𝚗𝚍 𝚝𝚑𝚘𝚛𝚗𝚜 💎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora