Atrapado (Jinx)

Capítulo 8

Las horas se hacían eternas y debido a su insomnio y la incertidumbre que lo ahogaba, no podía echarse ni una simple cabezada.
Se había hecho de día, por fin podría ver a Dan. Este lucía tan pacífico acostado en la cama del hospital, que temía que despertara y todo se volviera un desastre de nuevo.
Cauteloso, ingresó en la habitación arrimando una silla al lado de Dan para estar a su lado. Ver que este seguía aquí, de cierta manera lo tranquilizó pero, aún así, lucía tan fragil que sentía que podía romperse en cualquier momento.
De nuevo, sus lágrimas recorrían su rostro. Se sentía una basura. Una oleada de pensamientos negativos inundaban su mente. Todo era su culpa. Totalmente derrumbado, se apoyó en el regazo del menor agarrando su mano con delicadeza, cayendo finalmente dormido.

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Pasaron las horas y finalmente, Dan estaba comenzando a despertar. Con dificultad abrió sus ojos. Soltó un ligero quejido al notar que algo ejercía presión sobre sus muslos. Bajó la mirada, encontrándose con una inédita imagen; Jaekyung estaba durmiendo sobre su regazo, con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar.
Dan quedó sin palabras, no cabía en su cabeza la posibilidad de ver al hombre más fuerte del mundo, aquel que dificilmente muestra sus sentimientos y con rareza una sonrisa, tan debil frente a él.

-Jaekyung...- dijo suavemente acariciando su pelo- Jaekyung, despierta.
Este lentamente abrió sus ojos, encontrándose con la miraba de Dan.

- Dan...-Asombrado, se puso de pie rápidamente- Dan! Dios mio, Dan...
Nuevamente, comenzó a llorar, derrumbándose ante el mayor. Sujetando temblorosamente sus manos, se arrodilló frente a él.

- Dan, lo siento. Soy una mierda y un egoísta. Estaba tan asustado y preocupado por tí. He estado rehusándome todo este tiempo a lo que sentía por tí, a lo importante que eres en mi vida. Lo negaba una y otra vez, me hacía el fuerte. He tenido malas experiencias y no podía creer que esto me estaba ocurriendo a mí de nuevo. Aunque nada puede justificar cómo te he tratado. Lo siento tanto, Dan. Perdóname, por favor te lo suplico. Te amo, Dan, estoy enamorado de tí, te necesito en mi vida. Nunca te vayas, nunca más vuelvas a hacer esto...

Las lágrimas de Jaekyung caían sobre las pálidas manos de Dan. No podía creer lo que estaba ocurriendo, ¿ acaso Jaekyung se le estaba confesando? Todo parecía tan irreal, que era difícil de creer.

- ?Quién se enamoraría de alguien como yo? No necesitas hacer esto, Jaekyung. Incluso si es solo pena lo que sientes o es mi cuerpo lo que necesitas, no hace falta que mientas diciéndome todo eso. Estoy seguro que habrá miles de personas dispuestas a acostarse contigo y muchas otras mejores que yo de las que enamorarte y tener un futuro y vida dignas.

-¡Dan! Ya basta. ¿De verdad no me crees? Jamás he conocido a alguien como tú, que a pesar de todo, se ha fijado en mí y me ha amado tal y como soy, sin importarle nada más. Tú lo sabes mejor que yo, Dan. Al igual que tú, yo también me fije en tí, sin importarme nada más. No importa lo roto que estés, te seguiré amando. Tenemos que centrarnos ahora en que sanes, tanto física como psicológicamente. Te buscaré a los mejores médicos y psicólogos que haya, vas a estar bien, Dan. Vas a sanar. Vas a ser feliz.

- Jaekyung, yo... ya no siento nada por tí.

Continuará...