Un paseo por la playa✔

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Me puse pijama y me apresuré para dormir, no quiero darle vueltas a la escena de abajo ni al modo en el que sus ojos se fijaban en los míos y sus pupilas se dilataban. Ni hablar de esa sonrisa ladeada y aquel aroma a colonia.

Vale, basta, a dormir, Elizabeth.

¿Pero qué clase de copia de mi madre es está? Este hombre golpea la puerta como ella y luego entra sin previo aviso a sacudirme.

—Despierta, Elsa. ¡Es un día soleado!

— ¡Hoy no hay clases, capullo! —Me gire con el ceño fruncido.

—Lo sé, pero no es excusa para dormir todo el día. —Se sienta en la cama. — ¿Qué quieres hacer?

—No había pensado en nada, pero como dijiste que es un día soleado voy a proponerle a mis amigos ir a playa.

—Sería genial que inviten a Caroline. —Eleve una ceja. —Sé que os ha caído bien y se va mañana, pueden despedirse.

—Tienes razón, invítala.

—Vale, creo que os daremos alcance allá. —levanté mi ceja, pero no dije nada, creo que puede venir.

—Si te comportas podrás venir.

—Ese es mi trabajo. —Dice casi ofendido, pero su risa delata que solo juega.

—Eres terrible en ello. —le empujo el hombro suavemente.

—Si fueras una chiquilla de diez sería más fácil, te digo, ¿qué clase de chica de 18 necesita un niñero?

—Si supiera la respuesta te la daría. —Me estiro. —Deberías ir a alistarte y dejarme alistarme.

—Mhm, avisaré a Caroline sobre los planes.

—Si no puede tú puedes venir de todos modos. —sonreí y él se limitó a asentir e irse.

Les mando un mensaje a las chicas recibiendo un pronto "¡Sí a todo!", las recogeré y los chicos ya nos verán allí.

Tomo una mochila y meto una toalla, un short negro y una blusa de tirantes celeste para luego meter el mejor amigo de todos, el bloqueador solar. Me rizo las puntas para meterlas en una coleta alta, me pongo un enterizo corto con los hombros caídos azul marino sobre el bikini blanco, unas sandalias y bajo.

Jack está listo aunque sin camiseta, ¿saben la tentación que producen esos músculos?

—Al menos te pondrías una camisa ¿no? Desvergonzado. —Me crucé de brazos.

—No me gustaría quitarte el disgusto. —Me guiña un ojo.

—Quisieras que me afectes así.

—No, —se acercó a mí, pero por primera vez no retrocedo—quisiera que te encante verme.

—Y a mi me encanta verme reflejada en tus ojos. —Acerca su rostro rozando nuestras narices, hago un esfuerzo sobrehumano para que mi corazón se tranquilice. 

— ¿Así está mejor? —susurra antes de alejarse.

—No tienes remedio. —Tomo mis llaves y me dirijo a por mis chicas.

Llegamos acompañadas del talento de Troye Sivan con YOUTH, creería que la playa estaría más que repleta, pero para el buen clima que hay está relativamente vacía.

Bajamos para acomodarnos en un lugar frente a la red de voleibol de playa, es tradición del equipo jugar antes de entrar al mar o incluso en medio. Poco después llegaron los chicos y Jack solo y listo para el mar.

Mi niñero (E D I T A N D O)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora