A fuerza✔

2.3K 123 1
                                    

Se acercaba más y más, mi corazón vibraba y a pesar de querer demostrar que no me intimidaba, lo hacía y bastante. Rozo sus labios con los míos y articulo algo que no podía entender, solo escucho un pitido y todo mi cuerpo está congelado. Reúno todo mi coraje y saco fuerza empujándole para luego darle su merecido pisotón.

— ¡Eres un idiota! —Dije alterada para luego echarme a correr a mi habitación, le puse seguro a la puerta.

Me deslice hacia abajo pegada a mi puerta, mi mano estaba sobre mis labios confundida. Sé que soy irresistible pero no, es mayor que yo pero eso no le da derechos sobre mí. Ese chico tiene que aprender sobre respeto, se lo voy a enseñar. ¿Intimidar? Eso no me intimido, eso me enervo. 

Veo mis manos temblar ligeramente y suelto un suspiro. La rabia hacia él se vuelve contra mi por no poder evitar pensar que ese ligero roce fue tan suave pasando un chispa por mis venas. Joder, es que ni sé si cuenta como un beso. No debo ser tan blandita, no ahora.

Sacudo mi cabeza intentando que todo eso se vaya, me decidí a dormir. Me pongo pijama y me acuesto mirando el tejado, los pensamientos siguen ahí. ¿Qué haré? Debo ignorarlo sin duda, también evitarlo para que no me quite el auto. Está decidido, mañana debo evitarlo y de encontrármelo ser tajante. Programo la alarma más temprano de lo normal.

(...)

Mi alarma suena, me apresuro a darme una ducha y salir con una falda negra en A, una blusa sin mangas de color azul y unas zapatillas de charol con un poco de taco. Tome mi mochila y suspire viéndome al espejo, rice mis pestañas y me puse algo de rubor.

—Tú puedes, sólo coge una manzana y vete a la escuela. —Me di ánimos frente al espejo, decidida baje pero él estaba ahí comiendo.

Se voltea y me sonríe pero sólo le vuelco los ojos acercándome al bowl de fruta.

—Alguien despertó de un pésimo humor, ¿no?

—Adivina quién tiene la culpa, Frost.

—Elsa... —Intento hablarme pero ya teniendo la manzana verde en mi mano me fui lo más rápido que pude hacia mi auto, no va a quitarme nada ni se me va a acercar. Subí a mi auto e hice sonar el motor apropósito.

Sí, Frost, yo tengo el poder total, comete esa.

Al llegar a la escuela me encontré con Anna quien observaba atenta un póster.

—Hola, zanahoria, ¿qué ves tanto?

—El anuncio del musical, harán Heathers. Adivina quién lo dirigirá.

— ¿Mavis?

—Mérida, quizá Mavis la ayude pero Mer va a dirigirlo. ¿Audicionamos?

—Será divertido, ¿por qué no?

—Muero por ser Heather McNamarra, es la única con humanidad de las Heathers.

—Estoy entre Chandler y Duke, lo decidiré luego. ¿Cuándo comienzan las audiciones?

—Está tarde. —Asentí. —Por cierto, ¿cómo te va con Jack? —Me codea mientras anoto mi nombre.

—El muy condenado me besó, ¿puedes creerlo? —Dije indignada, comenzamos a caminar sin un rumbo fijo.

—Es difícil no creerlo, ¿qué tal fue?

—Bien, fue raro y corto. No sé si cuenta como beso, ni presiono sus labios contra los míos. Solo los rozo, y eso basto para ponerme de los nervios.

—Ajá, ¿crees que te vuelva a besar? O bueno, ¿crees que ahora sí te bese? 

—Puede intentarlo, pero tendrá una visita de mi rodilla en su amigo. 

Mi niñero (E D I T A N D O)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora