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Capítulo III

Josie

Mi cabeza parecía que iba a explotar, tenía un gran dolor y sobrepensar no ayuda en lo absoluto en estos momentos.

He pasado a la librería hoy, hace ya unas horas y he visto varias personas entrar y salir, la verdad es que me va muy bien, muchas personas vienen a comprar, mi librería es muy grande y tiene mucha variedad.

Pero a pesar de que amo estar aquí mi cabeza está en cualquier parte menos en la librería, lo que pasó ayer... no sé si ha sido un sueño.

Sí, Tiene que serlo, a menos que me esté volviendo loca, además, todo fue demasiado irreal, no hay modo del cual esos hombres existan, eran unos dioses, demasiado perfectos en realidad, eran la representación de la dicha, el placer y la lujuria.

Además ¿Cómo rayos saldrían esos hombres gigantes de un pequeño relicario? Es completamente absurdo esto.

Ellos... eran completamente irreales, largas y sedosas cabelleras, movimientos que te llaman sin mucho esfuerzo y voces gruesas y sensuales ¡Incluso uno de ellos tiene los ojos rojos!

Definitivamente no fue real.

Que tontería.

Solo estoy teniendo locas imaginaciones de un sueño el cual confundí con la realidad, nada más que eso, solo... dejaré de pensar en ello y todo estará bien, ya no me romperé más la cabeza con temas sin sentido.

Debería ir a consultarme con un psicólogo o algo así.

—Señorita ¿Cuánto es por estos? —la voz de un chico al otro lado del mostrador me hace salir de mis pensamientos absurdos.

Ni siquiera noté cuando entró, nunca me había distraído de este modo, me robarían y no me daría cuenta si sigo así, tengo que dejar de pensar en estupideces.

Mi mirada se posa en el chico de tal vez unos... 17 años más o menos, quien sostenía un par de libros de poesía en su mano derecha y un libro de astrología en la otra.

—Son $80 —contestó Liar, una de mis empleadas.

El chico le pagó con y se fue con una sonrisa de oreja a oreja, no hay nada como ver a un cliente satisfecho, es maravilloso.

—¿Estás bien Josie? te noto ida —preguntó Liar con algo de preocupación en su voz.

— Sí, no te preocupes, estoy bien solo pensaba.

La espera para terminar todo el papeleo de los días anteriores se me hizo eterno, por primera vez en la vida me alegraba terminar el trabajo y al fin irme de la librería.

Elixir [Atados #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora