XII: Memories

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-Déjame ver la lista.- Ethan extiende la mano a mi lado, le tiendo el papel y dejo que lo mire.

Mientras observa los lugares añadidos en mi lista yo respiro profundo y miro a mi alrededor. Estamos en el balcón de la habitación del hotel. Cuando Damiano se fue Ethan simplemente se instaló conmigo en la misma habitación.

Ethan pega un trago a su bebida y deja el papel sobre la mesa.

-Sinceramente no conozco ninguno de los sitios.- Le pega una calada al cigarro que se ha encendido hace unos segundos.

-Me lo imaginaba...

-¿Me dejas esta tarde para investigar un poco?

-Sí claro. Tenemos tres días enteros.

-Esto... serán dos.- Miro a Ethan y su cara de circunstancias.

-¿Y eso?

-Tendré que irme de aquí tres días, perdona.

Bueno... pues habrá que ajustar un poco la agenda.

-No te preocupes Eth, tendremos tiempo de hacerlo todo, o sino no pasa nada.

Veo la tierna sonrisa de Ethan.

Habrá que empezar a visitar todo mañana entonces...

...

-¿Donde vamos?- Le pregunto a Ethan mientras sigo caminando a paso rápido a su lado. Acabamos de salir del hotel, vamos a empezar a visitar las cosas de mi lista, pero Ethan todavía no me ha dicho por donde vamos a empezar.

-A un sitio.- Es lo único que Ethan responde.

-Wow no lo sabía.- Respondo con sarcasamo.- Lo que pregunto es cual.

-Vamos a empezar con un plan tranquilo. Creeme, te gustará.

-Más te vale Eth...- Le sonrío.- No me has dejado ni desayunar.

-Ya... Tú confía en mí.

Y eso hago. Dejo que Ethan me guíe a través de las calles de Barcelona. Después de caminar un poco cogemos el metro y bajamos cómo a la tercera parada. Seguimos caminando y para qué mentir, sin saber a donde vamos el camino se me está haciendo eterno.

-¿Cuanto falta?- Soplo. Me están empezando a doler los pies de caminar con este calzado.

-Ya casi estamos.

E Ethan no mentía, en unos cinco minutos ya hemos llegado al lugar al que me trae.

-Vale, pues aquí sería.- Damos la vuelta a la esquina y veo por fin a donde me ha traído Ethan.

No sé cómo no había reconocido el camino de tantas veces que estuve aquí de pequeña. Ethan me ha llevado a una heladería, pero no una cualquiera, por algo la puse en mi lista. Y joder, solo ver desde fuera que no ha cambiado nada en absoluto me trae un torrente de emociones gigantesco. El cartel de la entrada es el mismo, el tipico toldo de heladería también es igual...

Es cómo si todavía fuera pequeña y estuviera viniendo aquí una tarde cómo cualquier otra, y joder, si que han cambiado las cosas en todo este tiempo... La muerte de mis padres, el distanciamiento con mi hermana, la mudanza a Italia, todos esos años estudiando allí, y sobretodo Maneskin. Desde que entré al grupo mi vida a cambiado muchisimo hacia bien y he conocido a cuatro increíbles personas que actualmente son mi vida entera.

Le doy la mano a Ethan dispuesta a entrar porque a ser sincera me estoy muriendo de hambre.

-¿Qué te parece?- Ethan me mira mientras hacemos cola.

Maneskin 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora