Volver a Ti - KIVI

Volver a mí

Violeta POV

– Les dije que seguiría con el disco pero quería grabar aquí. A ellos no les convenía con los números que están obteniendo las primeras canciones. –Explicó Kiki. Ambas estábamos sentadas en el pasto, mirando al lago frente a nosotras, yo abrazándola desde atrás y ella recargada contra mi pecho.

– Ah, una guiri rebelde. – Dije divertida buscando su mirada.

– Lo que una hace por su Ena Moradita. – Se burló.

Ambas reímos. No podíamos creer que teníamos tantos apodos, primero el fandom lo había hecho, y ahora, años después, los habíamos adoptado a nuestro idioma como lo más normal del mundo.

- La terapias las puedo seguir en línea, aunque ahora son menos recurrentes, creo que no estoy tan loca después de todo. –Dijo con diversión, sin embargo le di un pequeño golpe en el brazo.

– ¡Kiki!

– Ya perdón, una tiene que reírse de sus propias desgracias a veces. Pero estoy aquí, y estoy lista.

- Pues me alegra, porque no tardaba yo en salir corriendo a Los Ángeles, y otro vuelo de 15 horas, no gracias.

Sonreímos, pero el silencio reinó. No era un silencio incómodo, al contrario, era sentirse en casa, volver a tener su calor y poder saber que pese a todo, ahí estábamos. Besé suavemente su nuca y acaricie su cabello pelinegro mientras ella se acomodaba más contra mi cuerpo. Ví que sacó el celular y lo alzó para tomarnos una selfie. Miré a la cámara y escuché el "click"

– ¿Qué haces?

–  Lo que debí haber hecho hace año y medio.

Sin entender miré como bajaba el celular y hacía algo en él. En cuanto me di cuenta el mío comenzó a vibrar. Sin parar.– Pero Chiara...– El corazón me latía a mil, sabía perfectamente que estaba pasando pero aún así necesitaba verlo por mí cuenta.

Saqué el celular del bolsillo obligándola a separarse ligeramente, haciendo incluso un quejido de niña pequeña que me hizo soltar una risa. Negué con la cabeza y finalmente desbloqueé la pantalla.

               " Chiara Oliver ha agregado contenido a su historia."

Abrí la notificación y pude ver la foto, ambas sonriendo a la cámara, Chiara recargada completamente en mí, y yo abrazada a su cuerpo con una sonrisa que sentía desbordaba la alegría más radiante. Mi nombre etiquetado y luego un hashtag con las dos palabras mágicas:

"Si somos."

Por alguna extraña razón, las lágrimas ya recorrían mi mejilla. No me lo había pedido, no lo habíamos platicado, pero ya no había necesidad de eso. Después de3 años de ir y venir, dejar que la gente opinara sin saber, de tener que escapar de los medios, buscar excusas, perdernos...reencontrarnos. Esta vez era algo claro, ya no había vuelta atrás. Kiki notó esa emoción y se incorporó para empujarme contra el pasto. Entre risas me dejé caer y miré su rostro sobre el mío.

– Si somos, siempre hemos sido, siempre seremos.

No tenía nada que decir, quizás porque no tenía palabras, quizá porque no me esperaba que ella tuviese tanto carácter, que vaya, si lo sabía, pero ¿yo lo merecía? Luego de tantas veces que me equivoqué... Acaricié su mejilla con suavidad y busqué su boca. La besé con intensidad, con fervor, con esa necesidad de gritarle exactamente lo mismo sólo que sin palabras, esas sobraban.


Semanas después.
Sin PDV.


Las redes enloquecieron, y no sólo eso, los medios de comunicación no dejaron de hablar el tema por semanas. No se trataba de Chiara y Violeta de OT, esta vez eran Violeta Hódar, la artista del momento en España y Chiara Oliver, la artista emergente internacional.

Aunque no era sorpresa para nadie, si que lo era para todos. ¿Vaya ironía, no?

Ellas se dejaron ver como pareja a los pocos días de la vuelta a Madrid, llegaron juntas a una alfombra roja y aunque era muy similar a los premiosÍdolo, esta vez era real. Sus manos entrelazadas, las sonrisas contra los flashes, la comodidad y soltura con la que se movían. No tenían miedo, incluso Chiara que tantas veces odiaba esos momentos, ahora se sentía que podía navegar cualquier oleada. Porque la tenía a ella a su lado, a su heroína, su protagonista.

Respondían preguntas pero siempre con la inteligencia que habían manejado los últimos años. Daban pocas cosas pero no desvelaban cada detalle, se demostraban felices y aceptaban su amor sin miedo a nada. Como debió haber sido mucho tiempo atrás.

A veces Chiara tenía que viajar a Los Ángeles para definir detalles faltantes  del disco, pero las cosas eran muy diferentes, sabían manejar y respetar los tiempos de la otra. Aprendieron a ser el balance perfecto entre intensidad y amor sano. Violeta por su parte volvió a encontrar las letras escondidas en su garganta. Escribió canciones que nunca pensó y Chiara se encargó de darles la música. De alguna manera, esas líneas paralelas siguieron ascendiendo, pero esta vez se transformaron y encontraron el punto perfecto de encuentro.

Aún así, sus momentos favoritos estaban lejos de los focos y la fama. Estaban hechos a base de as risas a la hora del desayuno, los jugueteos dentro de la habitación, aquellas tardes en el piano componiendo. Sus momentos favoritos radicaban en saber acompañarse en la soledad. En sus juegos de palabras, los besos furtivos y los te amo inesperados en el momento más mundano de su día.

De eso radicaba el ser una romántica del romanticismo. Vivir el día al día con intensidad, el amar cada pequeña cosa de la otra persona. Era permitirse sentir y volverse vulnerable frente a ella, sabiendo que aunque tiene todas las armas de destruirte, jamás lo haría.

Es darle todo de ti, pero sin perderte en el camino.


Chiara POV


Luego de más de un año de producción, viajes y promoción, por fin estaba haciendo un concierto en Madrid. Estaba nerviosa, pero emocionada. Volver a cantar con mi gente, volver a sentir el calor de quienes estuvieron ahí desde el principio. Y lo más importante, así como la primera vez que canté en un concierto como artista en Barcelona, junto con Vic, Violeta estuvo ahí. Y hoy no era diferente. Volteé hacia la parte trasera del escenario y la miré sonreír. Parecía un chiste que años atrás, en el último concierto de la gira, me había abalanzado a sus labios luego del IKAG.

Era una loca enamorada, y aunque sufrí las consecuencias, en este momento no me arrepentía de nada. Cada cosa que habíamos pasado nos trajo hasta aquí.

– ¡Hola Madrid! – El sonido de la gente fue impresionante, podía sentir todo sucalor con los gritos, los aplausos, era un escenario lleno y a lo grande, el sueño cumplido. – Una vez dije que mi sueño no era vivir en el mundo de la música, sino que era la música. Y estar aquí con ustedes me dice que lo he cumplido. – Aseguré con una sonrisa. – Pero jamás imagine que este sueño sería aún mejor porque iba a tener quien me acompañara en el proceso...– El ruido de la gente era más y más, pues sabían que era lo que estaba haciendo.– Así que les pido un aplauso para recibir a la persona que más me impulso a crecer, que me enseñó a luchar por lo que quiero...Vivi, ¿puedes venir?

Reí al ver como me hacía pequeña tras el micrófono, escondiéndome tras los aplausos del escenario. Vio salió con una sonrisa y saludó a la gente mientras se acercaba a mí, ambas nos fundimos en un abrazo dejándonos envolver por elaura del lugar. Era una carga de energía tan intensa que no podía describir.Sólo podía decir que la plenitud era la palabra más acertada para ello.

– Esta canción la conocen bastante bien aunque nunca me atreví a sacarla, pero creo que es un buen momento. Así que noticia...La tendrán en el nuevo disco que estará disponible en un mes exacto. – Guiñe el ojo. ¿Me había sacado un TaylorSwift en pleno concierto? Me había sacado un Taylor Swift en pleno concierto.

Las luces del escenario se apagaron y tanto Vivi como yo nos sentamos en el piano, ambas nos miramos a los ojos y sonreímos, quería comerle la boca en ese momento. Pero quizás, sólo quizás, no era la mejor idea.

Comencé a tocar y apenas la gente identificó los acordes, todos enloquecieron.

Todas las letras que yo te he escrito,
saben cuando te fuiste,
Tantas canciones en mi cabeza,
Que no se cual dedicarte

La voz de Vivi por primera vez acompañó la letra de esa canción. Volteo a verme, y se acercó al micrófono mientras nuestros dedos se chocaban en el piano, tocando a cuatro manos.

Y componer es mi arte,
Lo que no quiero es cansarte,

Seguimos cantando y la gente, que bien se sabía la letra, nos fue acompañando hasta el coro.

Cada vez que me siento al piano,
Veo todos los momentos que cantamos,
las canciones que nunca me hubiesen salido sin ti.

El resto de la canción fue como si todo el mundo desapareciera, todo a mi alrededor se volvió oscuridad y simplemente estábamos ella y yo, y ese piano.Con el que cantamos "Someone like you" la primera vez en la academia, con el que nos dedicamos "Creep" aún sin saberlo, el mismo piano del que tantas veces compusimos juntas. Ni siquiera me di cuenta en el momento que nuestras manos dejaron de tocar, sólo nuestros dedos se rozaban y nuestras miradas volvían a conectar.

Tomé el micrófono y mirándola a los ojos simplemente susurre frente a cientos de personas.

– Gracias por volver a mí.



                                                                                THE END


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Pues nada, estoy llorando, gracias a todas las personas que se tomaron el tiempo de leer esto que estaba planeado para ser de sólo 5 capítulos y terminaron siendo 30.
Gracias por acompañarme, motivarme e incluso querer mxtarme varias veces, espero este final haya compensado el dolor y ahora traiga una sonrisa.

Espero sus comentarios, los últimos....y nunca olviden: KIVISMO O BARBARIE.

Les dejo un video que hizo cerezaspurpura en twitter sobre el fic:
https://twitter.com/cerezaspurpura/status/1773799411539464433