(CW) Mírame a la cara

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Content warning: Este capítulo contiene escenas no aptas para menores de edad, y están escritas con total respeto y cariño, es una ficción y por lo tanto lo trataremos como tal.

Sugerencia: Llegado el momento escucharlo con la canción de fondo.

Violeta POV


El resto de los siguientes días pude notar como Chiara estaba cada vez más disociada de la realidad, siempre estaba pensando en alguna nueva creación de música, que si bien era bueno, no lo era cuando no le ponía un camino, estaba teniendo una crisis por algo que le carcomía por dentro. Aún así, cuando quería tocar con ella algún tema serio, parecía evadirlo completamente.

Por mi lado intentaba no desesperarme intentando averiguar que le pasaba. Estaba segura que eventualmente lo tendríamos que hablar. Pero aún así sabía que necesitaba hacer algo para sacarla del bucle en el que se estaba metiendo.

– Esta noche no hagas planes. – Le dije con una sonrisa divertida mientras tomaba una manzana y le daba un mordisco, provocativo y divertido.

– ¿Qué planeas, Violeta Hódar? – Dijo Kiki divertida, como una niña pequeña esperando su siguiente sorpresa. Me acerqué y le guiñe el ojo dejando un beso sabor manzana en sus labios.

– Ya vete, sé que tienes presentación. A la siguiente supongo que tendré que pedirte un autógrafo.

Kiki frunció los labios, lo mío había sido un chiste pero para ella no había sido divertido.

– Tu también eres una artista, Vivi. – Dijo con tono de preocupación.

No quería que pensara que me molestaba porque no era el caso, estaba tan orgullosa de todo lo que había conseguido que simplemente me gustaba repetirle una y otra vez que se lo merecía, eventualmente tendría que creérselo ella misma. Dejé la manzana a un lado y tomé su cintura suavemente. Acaricié sus caderas y la miré a los ojos.

- Lo sé, pero igual quiero tu autógrafo. – Aseguré en un susurro. – Porque seguirás creciendo y aunque voy a estar a tu lado todo el tiempo, quiero tenerlo siempre conmigo.

– Eres una romántica del romanticismo, ¿Lo sabes no?

– Directo de la López Ibor, mi amor. – Ambas reímos y nuestros labios volvieron a cruzarse antes de que Kiki saliera de la casa y yo me pusiera a lo mío. Sería una noche interesante y no podía negar que estaba nerviosa.



Por la noche.
Los Ángeles.


El cuarto tenía las luces a un bajo nivel, al menos Los Ángeles y la vida de artista nos permitía vivir lujos que no eran para nada necesarios pero si divertidos. Como poder controlar la intensidad de la luz desde el celular.

Kiki estaba sentada en el borde de la cama con una sonrisa divertida, intentando averiguar que tanto pasaba. No le había dicho nada, sólo le había pedido que me esperara ahí. Y así lo hizo.
Llegué a la habitación con una bolsa de cosas en la mano derecha y otra bandeja en la mano izquierda, con hielos dentro.

Kiki alzó la ceja mirándome y sonreí con diversión. – Has estado muy distraída últimamente, no sé que tanto pase por tu mente pero hoy me encargaré de borrar cualquier cosa que estés pensando. Hoy vas a elevar tus sentidos.

Chiara me miraba totalmente enmudecida, sobre todo al darse cuenta del outfit que tenía al dejar caer la gabardina con la que me había cubierto al entrar. Sólo tenía puesto un conjunto de encaje negro, unas medias que se rompían con facilidad pero que dejaban a juego la sensualidad que quería emanar. Sonreí al ver a Chiara recorriendo mi cuerpo con la mirada de arriba hacia abajo y de regreso.

– ¿Mírame a la cara, no?

Mordí mi labio inferior y no dije nada más, ella tampoco. Tomé el celular nuevamente y controlé lo segundo que tenía en la lista: La música. La canción de "Do it For Me" comenzó a sonar. Dejé el celular a un lado y me acerqué a la pelinegra, la miré a los ojos y no dije más. De golpe mis labios atacaron los de Chiara con intensidad, tomándola desprevenida. Ella no tardó mucho en corresponderme. Nuestras bocas se encontraron de una forma voraz, sus labios chocando con los propios, mi lengua navegando en búsqueda de la suya, la lucha por encontrar algo de aire.

Caí sobre su cuerpo mientras sus manos recorrían mis caderas, sus dedos bajaban por mis muslos y volvían a subir hasta desviarse a mis nalgas, mismas que apretó con firmeza haciéndome soltar un suspiro.

– No tan fácil, Kiki.

No se trataba sólo de jugar, esto iba más allá. Era que Chiara dejará de pensar en tanto y todo, era que todos sus sentidos fueran llevados al límite para que su cabeza, irónicamente, quedara en blanco.

– Quítate la ropa.

Le ordené, mordiendo su labio inferior y quitándome de encima para darle espacio. Ella parecía haber perdido el habla y no iba a negar que sentir ese poder me llenaba. Eran chispas de control y fervor que quería llevar al límite.

– No sé a que juegas, pero me gusta.

– Ya lo verás.

Kiki sonrió y aprovechó para vengarse un poco a su manera. Se fue quitando la ropa lentamente, casi de una forma tortuosa. Primero la chaqueta y la blusa, luego su falda. Toda prenda terminó aventada a un lado de la cama con diferencia de que yo estaba en interior, pero ella luego de desabrochar el sostén y aventarlo, quedo totalmente desnuda frente a mí.

Tuve que tragar en seco. Chiara Oliver Williams era una diosa encarnada, y yo en esos momentos sólo una mortal dispuesta a entregarle todo de mí.

Volver a Ti - KIVIWhere stories live. Discover now