Todo controlado

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POV Chiara

La música resonaba a tope, estábamos en una de las salas privadas del club, sólo aquellos con acceso podían ingresar y siempre se les revisaba para evitar fotografías que terminaran en twitter al otro día. Aún así los fans de alguna manera lograban obtener toda información que pudieran. Tenían un doctorado en saber de nuestras vidas.

Bebía de mi ¿tercer? trago, quizás cuarto, mientras mi mirada se enfocaba en la pelirroja que tenía a unos metros de mí. Bailaba, saltaba y cantaba con Denna y Salma mientras yo platicaba con Martin, o bueno fingía que lo hacía pues hace rato que no podía prestar atención a sus palabras. ¿Por qué habrá pasado tanto tiempo para volver a estar ahí con Violeta? Nuestra historia nunca debió haber acabado así, teníamos una conexión tan fuerte que por momentos llegué a pensar que era indestructible y ahora, aunque horas atrás había vuelto a sentir ese disparo de energía al estar junto a ella, había una grieta que hace mucho se había abierto y hasta la fecha no lograba poder sellar.

– No vayas ahí Kiki, sé lo que haces. –Dijo Martin mirándome con un leve puchero en la cara. Me conocía tan bien que a veces me sorprendía lo transparente que era cuando de Marruski se trataba.

Martin había estado conmigo cuando Violeta se fue, pasé por lo menos un mes entero encerrada en casa. Habíamos dicho a los medios que era porque todo OT había sido una experiencia muy fuerte y yo quería concentrarme en retomar mis estudios en la ESMUC pero nunca fue verdad. Los únicos que se enteraron de todo fueron Bea, Martin y Rus. No podía superar el haber perdido a Violeta de esa manera, ni siquiera había sido el romper una relación amorosa, iba más allá. Era recordar ese beso en el camerino, la intensidad con la que llegó y la fuerza con la que se fue. Era lo rápido que me elevo al cielo haciéndome pensar que éramos un sí para en segundos dejarme caer sin frenos y hacerme ver que era un no.

– No se de que hablas.
– No le has quitado la mirada en toda la noche, tienes que dejar de pensar lo que sea que estas pensando, que no te hace bien. – Y tenía razón, pero como tantas veces, era imposible controlar a mi mente. Ahora ponle cuatro cubatas encima, ya era misión imposible.
– Martin que estoy bien, de verdad, ya pasó mucho tiempo. –Me acerqué y dejé un beso en la punta de su nariz.- Es más, ¿quieres ver como ya no me importa?
–No Kiki, no es neCESAR....– Apenas Martin levantó la voz yo ya había saltado de la mesa.

Claro que ya era agua pasada. Yo, Chiara Oliver Williams te declaro a ti Violeta Hodar olvidada, enterrada, desterrada. Y cómo prueba de eso, te demostraré que puedo contigo y más.

Me metí en el medio del baile de las chicas y sin decir absolutamente nada lleve los brazos al cuello de la pelirroja. Apegué mi cuerpo al suyo mientras la música nos envolvía. Su cara fue un arte pero decidí ignorarlo y seguí bailando dejándome llevar por el momento y quizá por todo el alcohol que corría por mis venas. Dí una vuelta sobre mi eje y quedé de espaldas a ella quien no tardó ni medio segundo en poner su diestra en mi cintura, eliminar cualquier espacio entre nuestros cuerpos y continuar el baile. Maldita sea. ¿Por qué había hecho eso? Cerré los ojos y seguí moviendo la cadera contra la ajena, todo nuestro alrededor se había nublado y sólo éramos ella y yo, la respiración de sus labios erizando el pulso en mi cuello.

En un giro inesperado volví a terminar cara a cara con ella, estábamos tan cerca que el aire dejó de correr en ese momento. No sabía si el infarto había sido propio o ajeno, lo único que tenía claro es que estaba perdida en sus ojos color canela y nuestros labios ya se rozaban. Fue ahí cuando el click volvió a mí y me recordó el porque había empezado aquello.- Welcome Back, Vio. –Susurré con una sonrisa y le dí un empujón antes de alejarme de ahí y correr de vuelta a la mesa donde un Martin, entre sorprendido, indignado y alocado negó con la cabeza. Agarré el siguiente vaso de la mesa y me lo llevé completo a la boca mientras intentaba recuperar la respiración de lo sucedido– ¿Lo ves? Todo Controlado.

POV Violeta.

¿Qué coño había sido eso? Primero su cuerpo tan cerca del mío, su respiración, podía sentir su mirada penetrándome mientras la música nos envolvía. Estaba tan cerca de sus labios que el palpito de mi corazón se aceleró por mil, finalmente...nada. Así como Chiara llegó, me enredó los brazos en el cuello y me apegó a su cuerpo, de igual manera se fue dejándome sola, desconcertada y con alta urgencia a ponerme unos hielos encima.

Denna y Salma me miraban con total incredulidad pero no dijeron nada, todas habíamos captado el mensaje. Por un momento quise llorar pero no le iba a dar el gusto, caminé directo a la barra.- Gin, el más fuerte que tengas. – Apenas me lo sirvieron lo bebí de golpe y agradecí cómo el fresco de la bebida recorría mi garganta y enfriaba la sangre que la guiri había calentado minutos atrás.

La busqué con la mirada encontrándola tan tranquila bailando con Martin y Ruslana, como si hace cinco minutos no hubiera estado apunto de comerme la boca en media sala. Busqué entre la gente algo, cualquier cosa que me sacara de ese estado y entre varias personas dí con mi objetivo. Una de las bailarinas de mi primer gira estaba en aquella sala ya que había sido seleccionada para ser parte del cuerpo de bailarines de OT 2025. Varias veces nos habían tomado fotos e inventado mil y un cosas sobre una relación. Yo siempre lo había negado ya que desde Julia me decidí no estar con alguien hasta estar segura de que tenía dos cosas bajo control: Mi carrera y mi corazón. Lo primero iba muy bien, lo segundo...un desastre.

– Necesito tu ayuda.
– ¡Vivi! Que bueno verte, sé que no te avisé con tiempo lo de OT pero tranquila, las fechas de la gira no chocan y en unos meses estaré dándolo todo..
– Eh sí, no es por eso tranquila.. – Dije mirándola con una sonrisa aunque de reojo captaba si Chiara estaba por ahí.

Claro que lo estaba.

– ¿No? Entonces ¿todo bien? Necesita...– Si la dejaba hablar iba a pensarlo mucho más así que simplemente tomé su rostro con mis manos y choqué mis labios con los suyos. Cerré los ojos para evitar mirar hacia donde realmente quería. Apenas unos segundos después me separé con una sonrisa mientras Becca alzaba la ceja sin entender nada. Tomé su mano entrelazando los dedos y la jalé conmigo hacia donde una Kiki bastante consternada nos miraba, obviamente.

– ¡Kiki! Ahora que las cosas están bien entre nosotras, creo que esta bien que lo sepas. –Dije con una sonrisa volteando a ver a Becca y luego a Kiki, y luego a Becca...y luego a Kiki.- Ella es Rebeca, mi bailarina en el tour.
– Eh...Hola Becca.
– Kiki, creo que ya nos conocemos, bueno, media España te conoce. –Respondió Becca entre risas, probablemente sin entender nada de lo que estaba haciendo en ese momento. Es más, ni siquiera yo sabía lo que estaba haciendo.

- Y también es mi novia. – Concluí mordiendo mi labio inferior.


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Ups. 

¡Espero sus comentarios! KIVISMO O BARBARIE.


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