Capítulo 28. | Eco Eco

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Estiro mis manos sobre el césped sintiendo aquella textura fría y áspera en las palmas

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Estiro mis manos sobre el césped sintiendo aquella textura fría y áspera en las palmas. Siento que la cabeza me sigue dando vueltas. En cualquier cosa podría decir que fue algo en la bebida pero no, yo vi a esa cosa hacer un ruido ensordecedor. Podría estar en cualquier lado en estos momentos...

Abro los ojos con un poco de miedo pero se me es fácil ya que el cielo está oscuro con algunas cuantas estrellas en el. Mi única iluminación borrosa que observo sobre mi son pequeños focos como esos de la guías de luces navideñas. Poco a poco comienzo a ver mejor y tomo fuerzas para querer levantarme. Cuando lo hago comienzo a mirar a todos lados, ¿qué demon...? Todos están en el suelo, desmayados e inconscientes como yo lo estaba hace un momento. Logro levantarme pero no lo suficiente ya que solo puedo quedar de rodillas. Avanzo hacia Ben que no está muy lejos de mi. A rastras llego y comienzo a moverle del hombro.

—Ben, despierta.—digo. El no parece reaccionar así que vuelvo a sacudirlo hasta que empieza a haber movimientos en sus párpados. Me quedo con las manos apoyadas sobre el césped mirando hacia abajo donde está el esperando que despierte. Le toma unos segundos cuando mira para arriba al abrir sus ojos. Parpadea un par de veces y sus ojos se desvían a mi.

—¿Acaso estoy muerto?—pregunta. Estoy por responderle cuando el pone una cara boba.— ¿o por qué estoy viendo a un ángel?—eso me provoca un calor incontrolable en las mejillas. Niego con la cabeza.

—No, no estas muerto.—trato de desviar la atención de lo último que dijo.—Pero todos están inconscientes. Estoy segura que fue ese ser blanco.—Ben se levanta de un solo quedando sentado. Observa a todos alrededor y está impresionado.

—¿Esto lo hizo "eso"?—yo asiento.—ahora recuerdo, hizo un ruido espantoso y luego todo se volvió negro.

—¿Crees que sea un...?—observo al rededor porque alguien podría estarnos escuchando. Abro los ojos y Ben entiende a que me refiero, el asiente.

—Ya sabes que todo lo que es poco convencional siempre resultan siendo...—baja la voz.— alienígenas.—me siento sobre mis piernas y observo al rededor.

—¿y dónde esta?— Ben logra levantarse. Estira sus manos y me ayuda a ponerme de pie. Me pregunto porque todos seguirán inconscientes.

—No pudo ir lejos, debemos buscarlo y...—en esos todos comienza a abrir los ojos y levantarse del suelo. Están tan confundidos que pareciera que ni recuerdan donde están. Empiezan a hablar entre ellos buscando una razón lógica para lo que acaba de suceder. Todos están conmocionados cuando sale Miles con una gran sonrisa al jardín.

—Tranquilos, tranquilos.—dice mientras levanta las manos.—les dije que no pusieron nada en la bebida pero bueno, una pequeña broma no hace daño a nadie no. Ahora podremos decir que esta fiesta fue inmemorable, claro a pesar que todos quedamos inconscientes.—eso provoca unas risas que logran tranquilizar el ambiente.—sigan disfrutando, en un momento pondré la música. Creo que la bocina se arruinó.—Miles entra deprisa. Ben y yo nos observamos, esta claro que eso arruinó la bocina.

Diez razones para amarte. | Ben 10 (Ben y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora