Cortos de amor, derrotas y otros placeres. [Hetalia Fanfic]

¿Acaso Importa? PruAus.

Acá estamos. Siempre la misma rutina, año tras año. Las mismas personas, los mismos labios, los mismos ojos, los mismos gestos.

Una fiesta invisible, donde nadie parece divertirse. Un día, dos, tres. Un panorama sin color, sin brillo, a blanco, a negro, a gris. Con detalles difuminados en este gran panorama que es la vida.

Una simple carta que nadie quiere jugar. Una palabra más, una menos.

Un árbol que crece en silencio lentamente, un sentimiento, odio, desesperación, locura.

Silencio, desolado silencio.

Unos dedos finos y pálidos que tocan un piano desafinado, suavemente, produciendo un sonido melifluo... Tan dulce, tan suave.

Unas simples y hermosas palabras que escapan de él. Un susurro, un momento indicado. Un abrazo y una carcajada.

Un desafío, un reto, una competencia desesperada e inevitable por deshacerse de la ropa... Ajena y propia, ¿no es acaso lo mismo?

Sus ojos azules brillando con lujuria, con deseo. Y esa sonrisa suave e insegura.

Una caricia, dos, tres, cien, mil, ¿acaso importa?

Un beso con sabor a miel. No, con sabor a azúcar, a café importado, a comida elaborada, a él.

Olor a sudor. Un cuerpo pegado a otro, gemidos en la oscuridad sincera de la noche, rompiendo todo espejismo inútil de tranquilidad. Sexo.

¿Acaso importa si esta bien o mal?

Placer, placer y más placer. ¿Acaso importa cómo se obtiene?

Él sonríe como el mismísimo idiota que es. Con amor, con dulzura. Y yo callo. Porque las palabras no son necesarias.

Un día, otro, cien, mil. ¿Acaso importa? ¿Importa cuánto pase?

Remueve su cabello oscuro y seca un poco el sudor de su frente. Y cierra los ojos. Sonríe. Es la sonrisa más hermosa y más sincera que he visto en mi vida.

Mi cuerpo tiembla. Por desgracia se lo que significa.

Significa que el mismo universo se burla de mí. Significa que algo brilla más que la Luna ante mis ojos. Significa que encontré una nueva "primera estrella en el cielo de la noche". Significa que me he enamorado.

¿Acaso importa?