ᴛᴜ ᴍᴇ ᴇɴꜱᴇÑᴀꜱᴛᴇ《ʜʏᴜɴɪɴ》

18. Cayó la máscara

Yuna miraba inquieta a Kai, después a Jeongin, no podía creer que le estuviera haciendo eso...

Cuando Yeonjun terminó de decir aquello les pidió que entraran al club de música, ya casi no había ningún estudiante en la universidad a esa hora, pero igual, necesitaban algo de privacidad para hablar al respecto.

HueningKai miraba como si quisiera matar a alguien, específicamente a Yuna, estaba aborreciéndola tanto en esos momentos y ella estaba al tanto de eso.

Hyunjin en cuanto vio a Jeongin corrió hacia él y se sentaron juntos, tomados de la mano como últimamente lo hacían. Ellos sabían que algo fuerte estaba por venir, el pelinegro más, ya que era Yeonjun quien había aparecido y dicho aquellas palabras que estaban por detonar una bomba.

—No puedo empezar a decirles todo si no está la otra persona. —Kai se cruzó de piernas mirando con los ojos entrecerrados a Yuna, quien se dedicaba a desviarle la mirada.

—¿Quién? —Preguntó Bang Chan.

—Ya viene, lo sabrás en cuanto entre.

—Deja de jugar ¡maldita sea! ¡dilo de una vez! —Exigió Seungmin.

Seungmin había vuelto a tener tan cerca a Kai después de tantos años, algo en él estaba revuelto, pero le lastimaba el hecho de saber que él podía ser el culpable de la tragedia de su amigo...

HueningKai recordaba bastante bien a Seungmin, pero esta nueva faceta y esa forma de hablarle, jamás las había visto en el pasado, se sintió decepcionado y molesto.

—¿Tú ya sabes de que nos van a hablar? —Susurró Hyunjin a Jeongin.

—Sí hyung... ya lo sé...

—¿Estás bien? —Acarició su mejilla el mayor.

—Supongo...

La realidad era diferente, Yang no se sentía nada bien, estaba demasiado triste... era una mezcla de emociones que no sabía especificar, pero no se sentía para nada bien. Y Hwang se podía percatar totalmente de ello, pero no lo forzaría a decirle nada.

Pasaron varios minutos, finalmente, entró Soobin junto a Taehyun, otro amigo de ellos, todos miraron atento al par que entró y ellos simplemente se congelaron al ver tantas personas reunidas, entre ellas Yuna y Jeongin.

—¿Qué es esto?

—¿Tú que crees imbécil? —Preguntó Kai.

—¿Bromeas no? —Su voz temblaba.

—¿Crees que esto es una puta broma? ¡Te dije que no hicieras ninguna estupidez! ¡Confié en ti! Y ahora tengo que limpiar tu mierda. —Huening echaba fuego por la mirada, quería ahorcarlo.