ᴛᴜ ᴍᴇ ᴇɴꜱᴇÑᴀꜱᴛᴇ《ʜʏᴜɴɪɴ》

8. ¿Aceptarlo?

El menor estaba teniendo un conflicto de emociones

¿Qué le estaba pasando? ¿Qué estaba haciendo?

Era algo fuera de lo común todo lo que estaba ocurriéndole desde que conoció a su hyung, algunas cosas buenas y otras... bueno, otras le causaban excesiva incertidumbre.

Salió de la casa de campaña también, necesitaba encontrar a Seungmin, debía hablar con él sobre lo que estaba pasándole, solamente él podría entenderlo.

Caminó por su campamento y pidió información sobre la ubicación del campamento del club de danza, una vez informado caminó hasta llegar al lugar buscado.

Empezó a preguntarle a las personas por Seungmin, pero nadie sabía decirle en dónde estaba, hasta que una chica le dijo que pasando los árboles blancos había un pequeño lago, posiblemente ahí estaba su amigo.

Continuó caminando y ya se sentía agotado, no debía sobre esforzarse, pero ese día había estado lleno de emociones fuertes para él, de modo que no pudo más y se tiró al suelo, cayó de nalgas y se recargó en sus brazos intentando tomar aire.

—¿Estás perdido? —Escuchó la voz de Lee Know acercándose.

—Hola hyung, no, estaba buscando a Seungmin. —Contestó con desinterés.

—Ya veo. —Chasqueó la lengua—. ¿Cómo sigues? Supe lo de tu cirugía y también lo que pasó esta mañana.

—Estoy bien, gracias por preguntar.

—Es obvio que voy a preguntar, pero eres demasiado inocente o demasiado tonto para no darte cuenta. —Arrojó sin cuidado. Jeongin se quedó mirándolo inquieto.

—¿De qué hablas Minho hyung? —Se puso de pie, ya un poco más recuperado.

—¿En serio necesito decirlo directamente para que lo comprendas Jeongin? —La voz de Lee Know había bajado más de lo que el menor estaba acostumbrado a escuchar.

De un movimiento rápido, Jeongin estaba contra un álamo, con ese chico acorralándolo, Lee Know podía llegar a ser bastante intimidante, una mirada suya era suficiente.

Una mano de Minho subió hasta el cuello de Yang y empezó a acariciar esa zona. Jeongin con una de sus manos atrajo el rostro de Lee Know hacia el suyo.

—¿Qué crees que estás haciendo? —Susurró Jeongin con una voz aún más grave que la de Lee, dejándolo helado.

—Me gustas. —Dijo sin titubeos.

—Tú a mí no. —Pronunció del mismo modo.

—Puedo gustarte. —Expresó insinuante.