VI - Viserys, el Pacifico

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❝ 𝐕𝐢𝐬𝐞𝐫𝐲𝐬 𝐓𝐚𝐫𝐠𝐚𝐫𝐲𝐞𝐧, 𝐭𝐡𝐞 𝐏𝐚𝐜𝐢𝐟𝐢𝐜 ❞

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❝ 𝐕𝐢𝐬𝐞𝐫𝐲𝐬 𝐓𝐚𝐫𝐠𝐚𝐫𝐲𝐞𝐧, 𝐭𝐡𝐞 𝐏𝐚𝐜𝐢𝐟𝐢𝐜 ❞

Todos estaban animados mientras volvían a los aposentos principales, era el sonido más hermoso, risas, charlas casuales, bromas y felicidad rondando por el aire

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Todos estaban animados mientras volvían a los aposentos principales, era el sonido más hermoso, risas, charlas casuales, bromas y felicidad rondando por el aire. Al fin podían estar en paz, luego de aquel juicio el rey había apoyado a su hija, los verdes no podían hacer nada frente a la palabra de su monarca.

—Madre. —Aeron, quien ya tenía el pálido cabello hasta los hombros, quería parecerse a su padre. —Laenora y yo queremos ir a ver a la princesa Helaena. —A su madre no le sorprendió aquella petición, los niños habían tenido muy buena relación con la joven princesa y sus edades eran similares.

—Creo que es una gran idea. —Miró a su hijo menor y a su hija menor. —¿Puedo pedirles un favor? si se encuentran con los hermanos de la princesa sean amables, intenten no sembrar conflictos. —Los jóvenes asintieron antes de irse por uno de los pasillos.

La princesa Rhaella sintió unos ojos en su nuca y cuando se dio la vuelta se acercó a su esposo y su mirada acusadora. —¿Qué ocurre?

—¿Los envías a fraternizar con los enemigos? no me digas que has bajado la guardia, esposa mía. —Acusó él, mientras se cruzaba de brazos, pero la princesa no se sintió intimidada por ese gesto.

—No los envío a hacer nada, ellos siempre se han llevado bien con Helaena. —Respondió ella. —No les hará mal tener un poco de paz, y tampoco nos hará mal a nosotros, sé en lo que estamos metidos, Daemon, no lo he olvidado pero lo creas o no, todo esto me cansa, estoy exhausta, entonces... ¿podemos tener una cena en paz? ya luego podremos empezar la guerra que quieras.—Bromeó al final, recibiendo una sonrisa del príncipe canalla quien suspiró rendido y la tomó de los laterales del cuello para darle un beso en los labios.

Un carraspeo los hizo separarse, Amina y Lyra estaban paradas mirándolos intentando esconder una sonrisa, inclinaron la cabeza ante ambas autoridades. —Altezas. —Daemon asintió ante ambas doncellas de su esposa.

—Hemos venido a vestirla para la cena del rey, princesa y el escudero del príncipe Daemon también espera. —Anunció Amina. El matrimonio se separó por completo despidiéndose con susurros y cuando el hombre abandonó los aposentos las doncellas se pusieron manos a la obra.

𝐓𝐇𝐄 𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊 𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍 | Daemon Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora