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El director comprendió completamente la decisión de ambos jóvenes de cambiarse de colegio, a pesar de que quedara un trimestre para que termine el ciclo

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El director comprendió completamente la decisión de ambos jóvenes de cambiarse de colegio, a pesar de que quedara un trimestre para que termine el ciclo.

Por más que estaba enojado con Gavi por no haberle dicho nada, ya que el joven finalmente confesó que habían sido varias veces las golpizas y que no era la primera, Xavier ayudó a acelerar el cambio de escuela, recomendando una con orientación artística, cuyo director era amigo de él.

Según sus palabras, un hombre extravagante y apuesto llamado Andrés.

A la semana, ambos chicos comenzaron de nuevo.

En un lugar más verde, con gente tocando guitarras bajo los árboles, acompañados de otros que cantaban
letras inventadas, y más personas que hacían dibujos rápidos de cualquier cosa que llamara su atención.

Pedri le había regalado un nuevo cuaderno, está vez más bonito que el anterior.

Con pasta dura para que pueda escribir donde sea, y con su nombre grabado en la tapa para que el mundo supiera de quién era.

Pedri recordó cómo había estado sonriendo todo el dia.

A pesar del dolor de su labio, sonrió hasta que se acostumbró a ese dolor, y le agradeció escribiéndolo en ese mismo cuaderno, siendo las primeras palabras
"Gracias, Pedri".

Gavi palmeó el brazo de Pedri, señalando en dirección a un chico tocando un saxofón, con un muchacho en silla de ruedas frente a él.

Pedri sonrió al ver a Gavi sonreír por eso, con el corazón algo dolido por el labio que no había terminado de sanar.

Por más que al chico no le doliera, a Pedri sí.

Por decisión de Gavi, se hicieron amigos de aquellos dos chicos primero.

El saxofonista se presentó como Kevin Álvarez, y el otro muchacho como Enzo Fernández.

Pedri se presentó por los dos, con algo de miedo al decir que Gavi era mudo, pero los dos chicos no lo tomaron como si fuera una discapacidad, un problema o un error.

Por primera vez, Gavi encontró alguien más que Pedri que lo trate igual que el resto.

Para el final del día ya eran amigos, y Kevin llegó a prestarle su saxofón a Gavi.

Instrumento que el chico sopló muy fuerte y casi cae hacia atrás por lo aturdido del sonido, pero Pedri se
había apresurado a sostenerlo.

Eso provocó risas, porque Gavi había sido muy adorable con su cara de susto.

A Pedri se le seguía derritiendo el corazón cada vez que veía la risa silenciosa de Gavi.

Y estaba feliz de haber llegado a un lugar donde podría verla aún más veces.

Y estaba feliz de haber llegado a un lugar donde podría verla aún más veces

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𝐌𝐔𝐓𝐄 | 𝐆𝐀𝐕𝐈 𝐘 𝐏𝐄𝐃𝐑𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora