Capítulo 6

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Llaves de coche

Cuando los primeros rayos de sol, que entraban por la ventana me empezaron a dar en la cara, por fin tuve ese momento por las mañanas donde te acuerdas de quien eres, donde estas y que paso anoche.

Me fui incorporando lentamente, pero se me cortó el bostezo al escuchar pasos.

Josh que acababa de entrar en la cocina, ni se dio cuenta de mi presencia, y siguió a lo suyo.

Carraspee incomoda, a lo que por fin notó que no estaba solo.

Se quito los auriculares, y me miraba extrañando.

—¿Has dormido en sofá?

—Nicolle roncaba mucho. —Fue lo único que se me ocurrió decir.

—¿Segura que no te a echado, para estar con su novio?

No quise darle más vueltas al asunto.

Y fue muy conveniente, que justo en ese momento, entrara Jude. —La chica que ayer estuvo pegada a Josh como una garrapata. —En bragas.

No es que yo sea Sherlock Holmes, pero estaba bastante claro lo que había pasado anoche.

—Buenos días. —Le dijo a Josh, mientras se mordía el labio inferior. —¿Has dormido bien?

Él por su parte, solo se limitó a mirar la de arriba a abajo.

—¿No crees que va siendo hora de vestir te, e irte a casa?

Menudo cabrón.

Me sentí mal por ella al ver como su sonrisa se esfumaba, en cuestión de segundos.

Así que por mi parte, hice mi mayor esfuerzo para ser amable.

—Yo pienso que deberías quedarte, al menos un rato más.

Nada mas terminar la frase, los dos clavaron los ojos en mí. Me frote en hombro por los nervios.

—¿Y esta? —Dijo Jude, mirando me de arriba a abajo.

Probablemente no tenía el mejor aspecto del mundo, especialmente recién despertada, pero joder para una vez que intentaba ser amable.

—Es amiga de Jul. —Se limitó a decir Josh. Mientras se hacía un batido de proteínas.

Lo único que separaba el salón de la cocina, era la barra donde Jude había estado apoyada hace un rato. Por lo cual podía ser una cotilla sin que pudieran acusar me de ser lo.

Ella se fue al piso de arriba hecha una furia.

—No se como os soportáis el uno al otro. —Dije mirando por la ventana.

—La acabo de conocer ayer no me importa lo suficiente como para soportar o no soportar
la. —Dijo el muy cretino.

Mire la hora en el móvil, eran las seis y media, el sol aun no había salido por completo, lo cual significa que podía ir a ver el amanecer, pero a la vez suponía haber dormido como mucho tres horas y media.

Me acerque a la cocina para llenar me un vaso de agua, que Josh inmediatamente me quito de las manos.

—¡Oye! ¿Se puede saber que coño haces? —Grite enfadada.

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