Holis!! Pinky por acá!!
Antes de empezar, por si no lo han visto en mis redes, les voy a dejar un enlace en los comentarios de este párrafo, para que lo tengan listo. Dicho esto, creo que van a saber cuándo, cómo y dónde les gustaría usarlo mejor, a lo largo de este capítulo.
Disfruten!!
-¿Un portal de distancia, eh? – farfulló Yugo con los brazos cruzados, mientras veía a Amalia rebuscar en el portal que él había creado como si de una puerta de closet a larga distancia se tratase.
-Fue lo que dije, y también te dije "ahora no" pero tú insististe, ahora te esperas un momento – volvió a moverse, como si estuviese revisando otra parte, pero no tenía forma de saberlo, ya que solo la mitad inferior de su cuerpo era visible. - ¡Uuuyyy qué manía de cambiarme todo de lugar, así no hay quien gobierne!
Yugo tosió para no reír, con un poco de suerte, la música festiva de fondo le camuflaría.
-¡Oh, ya sé, creo que es acá abajo! – ella se dejó caer de rodillas en el suelo, como si estuviese buscando debajo de algo...
Yyyyy levantó las exuberantes caderas en su dirección. De repente el traje de combate que se ceñía a su cuerpo con su propio wakfu como una segunda capa de piel protectora, le empezó a aparecer algo ajustada e intentó aligerarse el dobladillo del cuello. Sin embargo, su mirada se enfocó en la ondulación de las curvas femeninas, desde su estrecha cintura hasta la suavidad de sus muslos. Y definitivamente no iba a pensar en el comentario de Caldo sobre su...
No supo que se estaba mordiendo el labio inferior hasta que ella exclamó:
-¡Aquí! ¡Ya decía yo!
Salido del trance, él apartó la vista como un rayo, rascándose el cuello, de repente interesado en el paisaje. Ella se puso de pie con un destartalado cesto lleno de sobres y papeles.
-Creo que esto es todo – se quedó mirándolo, con el ceño fruncido – ¿Estás bien, Yugo? Pareces sofocado.
-Oh, no – se forzó a responder, aun buscando cómo despegarse la tela del cuerpo, a pesar de saber que estaba perfectamente diseñada para que no necesitara hacerlo. – Es solo... solo comezón.
Bueno, si esa era la peor de las escusas, porque ella retrocedió:
-¿Comezón?
-Sí... nada importante, ya pasará.
Ella puso una extraña expresión, y por un momento pensó que había sido descubierto. Pero en vez de reclamarle, ella dejó la cesta a un lado y le tomó una mano entre las suyas:
-Sabes, si estás cansado, deberías regresar, tal vez dormir un poco, no puedo empezar a pensar en cuánta energía debiste usar para... lo que has estado haciendo. Si te llegases a lastimar por eso, yo...
Oh, cielos, estaba realmente abatida, pensando en su bienestar... ¡Y él sólo había estado de indiscreto con sus atributos, pero qué poca vergüenza!
-Amalia – puso su otra mano sobre las suyas – estoy bien, de verdad.
Eso no la tranquilizó:
-Si te sientes mal de alguna forma, por favor, tienes que decírmelo. No sé si sea capaz de ayudarte, pero haré todo en mi poder. Así que, te lo pido, no solo finjas estar bien por temor a preocuparme, ¿sí? – de repente, alzó la mirada con disgusto – ¡si lo haces, te daré un escarmiento!
Yugo se echó a reír y la envolvió en sus brazos:
-Claro que sí, lo prometo.
Cada vez se apoyaba en él con más naturalidad, y eso lo enardecía.
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Wakfu: Collision
FanfictionCon las secuelas del ataque de los necromos aun cicatrizando, solo queda una cosa por hacer: terminar de sanar. Más responsabilidades le esperan al Rey Selatrop. Ahora adulto y con su rol asumido, está decidido a velar no por uno, sino por los que a...