Sueños Frustrados

capitulo 7 (amor de secundaria)

Pili y yo comenzamos la secundaria juntos, eso fue maravilloso y teníamos una alegría inmensa los dos. Compartíamos banco, hacíamos los trabajos juntos, compartíamos el día juntos. Eramos el uno para el otro, con ella empece a conocer lo que era el amor, lo sentía cada día que la tenía a mi lado. Ella empezó a sentirse muy cómoda conmigo y decidió invitarme a cenar a su casa. Era la primera vez que iba a ver a los padres, no sabía como iba hacer o que iba a suceder, pero le dije que sí. Me animé y fui,quedamos a las nueve de la noche y yo tenía que llevar una gaseosa y además de eso, le compré un bombón  negro que le gustaba mucho y me dirigí a su casa!!

Llegué a las nueve, muy puntual. Golpeé las manos y salió ella toda bañada, y hermosa como siempre, con esos ojos color miel y esos labios únicos. No podía parar de mirar y contemplar  a esa hermosura de mujer.

—Llegaste, toty… —me dijo— pasá,  mis papás te están esperando.

Mis nervios eran muchos, estaba todo asustado, era la primera vez para mi. Tenía que quedar bien sino iba a restar punto con su hija.

Entro y me presenta.

—Ella es mi mamá Norma, y él es mi papá, Pico.

—Buenas noches —les digo a los dos.

A la madre le doy un beso y al padre la mano a lo que me responde:

—Hola, que tal un gusto, sentite como en tu casa sin vergüenza —me dijo la mamá.

—Gracias, señora. 

Yo todo educado, pero tenía unos nervios que ni les cuento.
Pili estaba haciendo empanadas, las que me gustaban… de pollo y de carne.

Nos sentamos en la mesa a compartir la cena y los nervios iban disminuyendo de a poco con cada palabra qué decíamos.

—A vos te veo una cara conocida…—me dice la madre.

—Puede ser… trabajamos con mi papá, acá al lado. Le hicimos la casa a su vecino.

—Viste, Pili que te dije que lo conocía… —le dijo a su hija. 

—A tu papá lo conozco, es una buena persona —agregó el padre.

Cuando me dijo eso, me sentí muy cómodo sabiendo que estaba haciendo las cosas bien y estaba sumando puntos para estar con el precioso tesoro, que era su hija.
La noche iba terminando y con Pili quedamos en  ver una peli antes de irme ya que  teníamos clases temprano.

Me acuerdo patente como si fuera hoy. La película era “Tres metros sobre el cielo”, una película romántica española. La vimos porque a ella le gustaba el actor Mario Casas. Pinton, ese muchacho.

La miramos abrazados, sentados los dos en el piso y en un parte de la película, ella me mira.

—Me gustas mucho y te estoy empezando a querer… —me dijo.

Se me hizo un nudo en el estómago.

—A mí también me gustas y me haces sentir muy bien. Estoy cómodo con vos.

Y nuestras miradas se unieron como si fueran una sola. Nos besamos tan suave y lento a la vez que fue increíble, sentí como nuestros labios se rozaban de placer era hermosa la situación, pero había que respetar que estaban los padres de ella tomando café en la cocina.

Terminó la película y me despedí de ella. Quedamos en que la pasaría a buscar a la mañana temprano para ir juntos a la escuela.

Me dirigía a casa caminando pensando todo lo que había pasado fue maravilloso. Me volvía feliz y emocionado, mil sensaciones me pasaban por el cuerpo en ese momento. Eran inexplicables.

Estaba a una cuadra de casa cuando suena mi celular, era un mensaje de Pili.

“Ya te extraño”.

“Yo más, hermosa”, le respondí cuando me acosté.

Al día siguiente fui a buscarla, y fuimos a la escuela. El día pasó volando. Salimos del cole y me tenía que ir  trabajar, entraba a las dos de la tarde y eran las 13:35hs. Cumplí con mi día laboral y pasé a verla antes de irme a casa a buscar las cosas porque tenía partido a las nueve y quería llegar bien. Pasé, la saludé y le dije que me iba a jugar. Quería que le avise cuando llegaba así se quedaba tranquila.
Llegué a la cancha, jugué y no podía parar de pensar en ella. Los pibes me gritaban “dale cabeza de novio” y me cargaban. Terminamos de jugar, la llamo. Los pibes me cargaban gritando “dejalo un rato con nosotros" y ella se rio.

Llegué a casa, me duché, comí algo y me acosté. Antes de dormir llega un mensaje de ella, decía que a la mañana iba a estar sólo y que vaya a desayunar con ella, porque entrabamos dos horas más tarde al cole.

Me levanté a las 7 am.  Fui para la casa de ella y me estaba esperando con mates y facturas, ¡más linda! Terminamos de desayunar y fuimos a la pieza donde tenía el osito que le regalé en la cama donde dormía ella.
Nos acostamos y empezamos charlar de cosas y de la nada me empezó a besar. Me sorprendí, me dijo que me  quedara tranquilo que íbamos a estar solos un par de horas… y las cosas se empezaron a salir de control.

Hicimos el amor, pero los dos teníamos unos nervios que eran tremendos, se notaba que estábamos tensos. Le dije que no era necesario apurarnos, y me dejó claro que le gustaba mucho y quería que sea el primero en hacerle sentir mujer.

—“Siento cosas muy fuertes por vos…” —dijo.

CONTINUARÁ...