CAPITULO 9 *El peso del tiempo*

57 19 21
                                    


Capítulo: El peso del tiempo

Toty y Pilar caminaban lado a lado por las calles de la plata. El dia estaba gris, pero a pesar del calor, un frío invisible parecía separar a la pareja. Dos años habían pasado desde que se conocieron, y lo que comenzó como una historia de amor apasionada, ahora se sentía como una pesada carga.

—¿ Eu amor Te acordás de cuando íbamos al colegio juntos? —preguntó Pilar con una sonrisa forzada, buscando recuperar algo de esa chispa que una vez compartieron.

—Sí, amor me acuerdo —respondió Toty, apretando los dientes. Los recuerdos del colegio eran agridulces. Al principio, era emocionante, pero con el tiempo, las tensiones habían crecido. El estrés de los exámenes y la competencia por las notas habían convertido la relación en una montaña rusa emocional. Los celos se habían vuelto un tema recurrente, y la constante negacion de sus amigos de futbol y compañeros de clase sólo había empeorado las cosas.

—No sé, Toty —dijo Pilar, deteniéndose para mirarlo con ojos llenos de lágrimas contenidas—. Siento que todo cambió después del colegio. Antes éramos inseparables, y ahora... somos como dos desconocidos.

Toty se quedó callado, sintiendo el peso de las palabras de Pilar. Las peleas y las expectativas no cumplidas habían erosionado lentamente su relación.

—Es que el colegio nos mantenía juntos todo el tiempo, pero ahora... parece que ya no tenemos tanto tiempó para nosotros —dijo finalmente.

—Capaz que nos concentramos tanto en lo que queríamos del otro que nos olvidamos de disfrutar el momento —dijo Pilar con un tono de resignación y dolor. Sus palabras estaban cargadas de una tristeza pura.

El silencio se apoderó de ellos. La gente pasaba a su alrededor, ocupada con sus propias vidas. Las palabras que antes salian solas de adentro con facilidad ahora se sentían como un dolor en su pecho. Toty miró a Pilar y notó la tristeza en sus ojos.

—Quizás deberíamos darnos un tiempo —sugirió Toty con voz triste—. Para ver si todavía podemos ser felices juntos.

Pilar asintió, aunque sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Sí, quizás es lo mejor —dijo, con la voz quebrada por la tristeza.

Se abrazaron por última vez, y luego se separaron, cada uno siguiendo su propio camino. Las calles de la ciudad de las diagonales, que una vez fueron el escenario de su amor, ahora se convertían en el telón de fondo de su separación. Cada uno, en su camino, sintió el peso de la decisión, como si un pesado yunque cayera sobre sus corazones.

Mientras se alejaban, las memorias de las risas compartidas y los momentos felices parecían desvanecerse, reemplazadas por la amarga realidad de su relación quebrada. Pero aunque el futuro parecía incierto, ambos sabían que el tiempo y la distancia les darían la oportunidad de reencontrarse consigo mismos, y quizás, algún día, con el otro..... 


GRACIAS POR LA IMAGEN DE  WWW

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

GRACIAS POR LA IMAGEN DE  WWW.TINTACOMPARTIDA.COM.AR  

Sueños FrustradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora