BLAZE |
"Como las llamaradas de un fuego ardiente, el amor consume nuestros corazones, llenándolos de calidez."
(Jacob Black x Oc)
(Fanfiction - twilight)
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Al siguiente día luego de que finalizaran las primeras clases, Lilith se encontraba en la hora del almuerzo sentada junto a sus amigos en una de las mesas del comedor. Los chicos conversaban animadamente sobre un tema al que no estaba prestando atención, hasta que llegó Bella llamando la atención de todos.
—¡Oye!— exclamó Eric llamando la atención de Bella quien se sentó junto a Lilith —La Push nena, ¿Quieres ir?— expreso el de rasgos asiáticos.
—¿Qué significa eso?— preguntó la Swan sin comprender.
—La playa La Push, en la reservación— explicó Mike —Iremos mañana.
—Tiene una oleada enorme— dijo Jessica entusiasmada.
—Y yo no solo surfeo en internet— aseguró Eric levantándose de su silla, haciendo una pose rara acompañado por Mike, provocando la risa de Lilith.
—Eric, te paraste una vez y en una tabla de espuma— se burló Jessica comiendo de su almuerzo.
—Podemos ver ballenas, ven con nosotros— ofreció Ángela
—La Push nena, La Push— repitió Eric provocando que Lilith le arrojase una de sus papas a la cara.
—Iré si no lo vuelve a decir— bromeó Bella mordiendo un pedazo de pepino que le robo a la pelirroja —Voy a traer mi comida, ¿Me acompañas?— Lilith asintió poniéndose de pie.
—Vamos— dijo caminando junto a Bella hasta las bandejas de comida para vegetarianos. De los cuales la Swan tomó un par de vegetales.
—¿Tu irás a La Push?— preguntó Bella eligiendo un par de rebanadas de lechuga.
—Si— afirmó robándose un pedazo de zanahoria y mordiéndolo —¿Tú piensas animarte?
—Pues si vas tú, no tengo por qué negarme— ambas se sonrieron mientras Bella tomaba una gran manzana roja.
—¿Arte comestible?— preguntó una voz masculina haciendo sobresaltar a las dos jóvenes. Bella aventó sin querer la manzana al suelo, pero el chico logro regresarla con un extraño truco.
—Hola— saludó Edward mirando a las dos con la manzana roja entre manos. Lilith elevó una de sus cejas sin entender que habilidades extrañas acompañaban al Cullen.
—¿Acaso eres del circo o algo así?— preguntó ella ladeando su rostro, provocando una risa avergonzada del joven.
—Podría ser— dijo el con una sonrisa ladina —Soy Edward Cullen— dijo extendiendo su mano frente a la pelirroja.
