Capítulo 5: La emoción del primer día.

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Habían pasado varias semanas desde la inscripción a la escuela de Enlia. Cuando el Sol empezó a mostrar sus primeros rayos, ya estaba más que lista en la puerta de casa, dando pequeños saltos de emoción mientras miraba a mi familia, quienes estaban un poco dormidas.

No había podido dormir nada el día antes. No había podido descansar siquiera unos minutos, pero ahí estaba, como si hubiera dormido más de catorce horas o hubiera tomado diversas bebidas frutales que me proporcionaban una energía anormal.

—¿Nos vamos ya?

Ahora era la pequeña impaciente y emocionada, pero en esta ocasión era por empezar las clases, encontrar con sus amigas y absorber todo lo que los profesores me pudieran ofrecer.

—Dame unos minutos, por favor —pidió mi madre algo cansada.

Comprendía el motivo de sueño, esta noche había tenido la oportunidad de hablar con mi madre y fue la vez que pude hacerle varias preguntas que no involucraran al hecho de ser guerrera. Admito que fue algo que me costó hacer porque pensaba que preguntarle sobre las clases iba a molestarla también.

Recordaba bien la conversación que tuvimos, como mi madre me miraba con una sonrisa leve, soltando un suspiro:

—Claro que puedes hacerme preguntas, ya me extrañaba que no las hicieras antes.

—No quería molestarte hasta ahora... —admití con cierta timidez, jugando con mis dedos.

—Nunca me molestas, hija. Ten asimilado que cualquier duda o problema que tengas, me puedes decir sin temor.

Las preguntas iban variando, sobre cómo eran las clases, si tocar el arpa era complejo, si se podía ser una experta con las magias en poco tiempo o si se requería de mucha paciencia para su dominio.

Mi madre me miraba con admiración, tenía claro que por un momento se veía reflejada en su pasado, posiblemente haciéndole preguntas similares a su madre.... Lástima que al final muriera por... causas que no quería recordar

—Las clases, si no han cambiado mucho, son bastante amplias y es posible que en ocasiones tengáis actividades interactivas y divertidas donde aprendéis a usar la magia de Sensibilidad —explicó Melian, recordando como mejor podía—. Si bien es cierto que tendréis libros que estudiar, la mayoría de las clases son divertidas, te aseguro que no habrá día que te canses.

—¿Practicaremos mucho sobre la magia? —pregunté.

—Sí, aunque al principio iréis con lentitud, aprendiendo las bases, a la vez que comprendéis el arte de los instrumentos. No solo tocarás el arpa, hija, sino todos los instrumentos posibles porque a lo mejor tu instrumento ideal será uno distinto al que creías.

—Oh entiendo... —susurré, poniendo mi mano en mi barbilla.

—Seguido de eso, tendréis exámenes, pero tranquila, son muy fáciles y si tienes alguna duda, puedes contar conmigo para lo que sea —continuó Melian, viendo como tragaba saliva al escuchar "exámenes" —. ¿Qué más dudas tienes?

—¿Son muy exigentes?

—Dependiendo de lo que quieras ser. No es lo mismo el deseo de ser una guerrera que una trabajadora de Sinea como costurera o agricultora.

Sin querer tragué saliva, jugando con los dedos de mis manos. No fui nada discreta y aquello hizo levantar sospechas a mi madre. Intenté hablar para que no sospechara, pero se me adelantaría:

—Hija mía, no tengas miedo por el primer día, estarás con tus amigas y créeme que empezar será lo más divertido y maravilloso que podrás conocer. —Mi madre pondría puso la mano en su mejilla, soltando un suspiro lleno de nostalgia—. Recuerdo cuando tu abuela Ilea me acompañaba y me veía con mis amigas corretear por allí y allá antes de entrar en clases. Allí me divertía mucho porque no solo aprendía sobre nuestra historia o la magia, sino que también iba madurando como Elina.

II - La Galaxia Olvidada: Sentimiento [G.O]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora