Capitulo 27: Demuestra por Sensibilidad.

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Desde que tuvo uso de memoria, mi madre, Melian, empezó a tener un amor tan grande por lo que le rodeaba que no era normal la forma en como brillaba y mostraba su música. Según me dijo, mi abuela Ilea decía que sus dones con la música eran solo una pequeña parte de lo que podría hacer el día de mañana y que la enseñaría durante todas las semanas de lo que había aprendido ella, pues decía con total orgullo que pudo conocer en su momento a Sensibilidad.

No sé que tan cierto era esas palabras. Mi madre decía que mi abuela Ilea contaba historias y aventuras que tuvo en su momento cuando fue guerrera.

—"Sensibilidad en verdad es una mujer que se preocupa demasiado y que se pone demasiado peso encima. Piensa que es su culpa en todo a la vez que se pone encima responsabilidades que podría repartir" —recordó mi madre las palabras de Ilea.

Aun con ello, mi madre no le tomaba mucha importancia de pequeña porque, al ser una cría, solo se dedicaba a disfrutar de lo que tenía hasta que empezó las clases, conociendo así a las que fueron sus amigas que más o menos tenía el contacto.

Era obvio que en su momento había distintas profesoras y que las actuales eran las amigas antiguas de mi madre: Ulbosa, Ceria, Elmiosa, Neria, Groina, Urosia y muchas más. Siendo Groina la que más cercanía tendría hasta llegar a ser mejores amigas.

Inseparables, se apoyaban en todo momento y coincidían en un mismo deseo, ser guerreras...

—Más bien... Groina me influenció un poco en ello —admitió mi madre con un suspiro largo—. Me decía que ser guerrera era proteger lo que quería y rendir honor a Sensibilidad, y es cierto, pero exageraba un poco sus palabras con que haríamos un gran trabajo y que seríamos el apoyo de Sensibilidad. Un poco de exageración que en su familia le habían metido.

—Entiendo —susurré, prestando atención a sus palabras.

Cuando alcanzó los dieciocho años, habría hecho el procedimiento normal del que nosotras tendríamos que haber hecho en su momento. Las pruebas se realizarían cerca del Gran Árbol de Enlia, donde se pondrían en prueba la habilidad, dominio de magia, sigilo y trabajo en equipo. Cada una de estas pruebas serían realizadas en un mismo día, si era posible.

Ese día, como me esperaba, mi madre lo superó todo, pero con una calificación excelente al igual que todas sus notas durante los ocho años de estudio.

—Algo similar a lo que pasó a ti o a tu hermana, aunque ella le costaba más porque con todo lo que tenías tu de por medio, la ponías de los nervios —añadió mi madre con una ligera risa, pero su rostro se volvió más serio—. Durante esos años, todo habría sido relativamente normal, mi madre me estuvo entrenando muy duro, me enseñó a dominar la magia hasta un punto cercano a la perfección, pero no era posible porque en las Elinas, con el tiempo, la magia no es tan buena. Para que me entiendas, a partir de los cuarenta o cincuenta años, empieza a ser menos eficiente.

—¿Y eso a que se debe? —pregunté.

—Porque nuestro cuerpo envejece, hija mía, y por donde se empieza es en los oídos porque no todas las cuidan como es debido. Por ello es tan importante protegerlas ya que las metemos en una constante presión donde siempre hay música de todo tipo de volumen —respondió mi madre.

—Tiene sentido...

Tras un suspiro, mi madre continuaría explicando. Mencionaba que el hecho de ser una destacada no era algo que tomara en cuenta porque Groina, incluso Urosia y varias de sus compañeras, lo eran, pero se fijaban tanto en ella por su linaje, como todas fueron guerreras destacadas que siempre tenían un alto potencial y puntuaje. A pesar de ello, Melian no tuvo presiones hasta que empezó a tener esas salidas hacia el Bosque de la Frialdad.

II - La Galaxia Olvidada: Sentimiento [G.O]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora