Capítulo XXI

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- Buenos días - me saluda mi primo entrando por la cocina - a las 12 am tengo barbero - me dice robándome mi taza de Colacao.

- Ehh, que es mio - le grito tirándome encima de él consiguiendo que se derramará la taza entera en sus pantalones - ¿Marc te has hecho caquita encima?¿Llamo a Xavi para que te limpie? - me alejo de él riéndome mientras él tensaba la mandíbula.

- Te vas a enterar - dice susurrando.

- ¿Que has dicho?Es que desde aquí arriba no se es... - dejo de hablar cuando se tira encima mía.

Consigo escapar, corro por toda la casa, rodeo la encimera de la cocina, el sofá, pero por desgracia me agarra.

- Dale las gracias al que haya tocado el timbre - dice acercándose a la puerta.

- ¿Desde cuándo tienes diarrea? - le pregunta Héctor entrando a la casa.

- Eso mismo me preguntó yo - digo riendo.

- No tengo diarrea, esta gilipollas - dice señalándome - me ha tirado la taza de Colacao encima - hace una pausa - me iba a vengar pero por tu culpa no he podido.

- Soy tú príncipe azul, Ana - me habla Héctor guiñándome un ojo.

- Me cambio de pantalones y bajo - le dice mi primo a su amigo.

- ¿Que tenéis pensado hacer? - le pregunto al moreno.

- Nada, ir al barbero y después al entreno - me contesta encogiéndose de hombros - nada del otro mundo.

- Me voy con vosotros, no tengo nada que hacer y para estar aquí encerrada - hago una pausa - además así tengo más tiempo para meterme con mi primo.

A los cinco minutos Marc baja, los tres nos vamos en mi coche, decido conducir yo ya que casi siempre conduce mi primo.

- Héctor te recomiendo que le mandes un mensaje de despedida a todos tú seres queridos - dice mi primo burlándose de mi - es que está señora no sabe conducir, creo que pago a los profesores para que le aprobarán - dice esto último susurrando.

- Señorita por favor - le contesto y los dos se ríen.

Llegamos a la barbería, no había mucha gente pero nos pidieron fotos y autógrafos, a mí no me pedían tantos pero alguna que otra camiseta firme.

- Oye, voy un momento al quiosco de allí - les informo a los dos tontos que me acompañaban.

- ¿Te acompaño? - me pregunta Héctor y yo niego.

- ¿Eres tú Ana Paz?¿La jugadora del Barça? - me pregunta una niña de unos ocho años.

- Si soy yo - le contesto sonriendo.

- QUE ILUSIÓN - grita la niña - mi hermana es súper fan tuya, tiene un póster enorme y mi hermano dice que estás - la pequeña hace una pausa - ¿muy buena?- dice y yo asiento riendo.

La pobre no sabía a lo que se refería.

- Mira, mi mami está allí - señala un banco que está en la plaza de al lado - voy a buscarla para que nos haga una foto - me cuenta y yo asiento.

A los dos minutos viene la pequeña niña corriendo agarrando a su madre por la mano.

La niña ilusionada le cuenta a su madre quien soy y después nos hacemos una foto, tanto madre como hija me dan la gracias y yo se las doy a ellas, después me dirijo al quiosco a comprarme una pipas y una botella para entretenerme un poco en el entrenamiento.

- ¿Por qué has tardado tanto? Íbamos a llamar a la policía - me dice mi primo riendo.

- Cosas de famosa, ¿ya habéis terminado? - les pregunto.

- Si, venga ahora conduzco yo - dice Héctor.

- Si claro, no, que tú conduces peor que Ana - hace una pausa - conduzco yo y punto, si no os gusta os vais andando.

- Si condice tu, que estoy cansada - le contesto.

Vamos al coche, en el camino nos piden fotos.
En el coche me siento yo te copiloto, Marc conduciendo y Héctor en los asientos de atrás.

Cuando llegamos a Montjuic había un montón de niños y niñas esperando que pasaran los coches de los chicos para hacerse fotos con ellos y que le firmasen camisetas, cromos, etc.

- Ana, Ana, por favor aquí - me pide un niño dándome un rotulador y señalándome en que parte de la camiseta le tenía que firmar.

Joder, que locura, nunca me había pasado algo así y mira que soy famosa desde hace más de un año.



Más que compañeros - Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora