Okas, primero necesito agregar contexto, así que este va a estar más largo.
"Necesito que estén en mi casa antes de que llegue, los cuatro, paso algo en el viaje y se los tengo que contar"
Ese era el mensaje que Rumania había enviado al grupo de WhatsApp que tenía con sus amigos. Por lo regular lo usaban para hacerse los tontos, pero algo en el mensaje les decía que el asunto era serio.
Así que los cuatro habían acatado la solicitud de la mujer.
—¿Que creen que haya sucedido?, revise las noticias y no hay nada preocupante —comento Italia Fascista, tomando asiento en un sofá de la sala mientras tomaba té.
Sabía que tenían permiso de tomar cosas de la cocina cuando iban.
—No lo sé, intente llamarla pero me mandó a buzón, quiero creer que envío el mensaje antes de que su vuelo iniciara — respondió Reich, igualmente sentado en un sofá junto a URSS.
Ambos habían estado un poco ocupados en su habitación cuando el mensaje fue enviado, así que tardaron un rato en verlo.
—Tal vez solo se reconcilió con Hungría y quiere contarnos como fue —teorizó URSS.
—No lo creo, si fuera así nos lo habría dicho por un audio, esas cosas la hacen enviar audios —refutó Imperio Japonés, saliendo de la cocina con una bandeja con sándwiches.
—Suponiendo que su vuelo salió a las ocho de la mañana, ya debería estar por llegar, ¿no creen? —Third miro su celular, donde el reloj marcaba ya las nueve cuarenta de la noche.
Eso claro tomando en cuenta que el vuelo desde Canadá hasta Rumania era de alrededor de doce horas, más el tiempo del aeropuerto a la casa.
Pronto se escuchó como afuera un auto se estacionaba, la puerta de este se abría y cerraba, y unas llaves tintineaban.
El eje esperó en silencio, mirando hacia el recibidor en el cual pronto Rumania apareció.
—Genial, si llegaron —dijo con voz cansada, dejando caer su maleta al suelo mientras se quitaba sus zapatos y un abrigo.
Lucia cansada.
—¿No quieres mejor descansar y luego decirnos lo que pasó?, te ves hecha mierda —le pregunto Reich a su amiga.
—No, necesitamos hablar ahora... Imperio, Italia, vayan a mi oficina por las armas que les suelo guardar, las van a ocupar.
Los mencionados la miraron con sorpresa pero acataron lo dicho. Esos significaba una cosa.
URSS iba a terminar enojado y necesitaba que lo contuvieran.
—¿Que diablos? —preguntó URSS confundido.
—Reich, aléjate unos pasos de tu esposo, no quiero accidentes —ordenó la mujer.
Imperio e Italia regresaron, y Third, confuso, acato, más que nada para acabar con el asunto rápido.
—¿Que sucede? —cuestiono el alemán.
—Bueno... Cómo ya sabes, la junta fue en Canadá, y en realidad no iba nada mal... Pero paso algo con Ucrania —todos de tensaron, más el eslavo.
—¿Que paso con mi hijo?
—URSS, ¿Alguna vez notaste que Ucrania tuviera algún interés particular por Can?
El comunista se quedó en silencio, analizando la pregunta. Era debatible la respuesta, pero en términos generales era un si en realidad.
—Pues algo así, cuando me uní a los aliados el solía ayudar a vigilarlos hasta que México se integró, ella era más maternal y hábil, así que Canadá dejo de ayudar mucho y se concentro en armar estrategias para su padre y hermano, además de encontrar la manera de rescatar a su madre.
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Cervezas y Vodka
Fanfictionmini escenas, one shots y cosas varias sobre Third Reich, URSS y los hijos de este peculiar matrimonio, Reiviet, Nazviet y Bernadette. trataré de escribir lo que había en el anterior pero no prometo que esté todo.