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--- Lu Si Cheng --- habló bajo Jeong, mientras estaba concentrada en la mano del hombre, curándole la... herida que Yao le había hecho --- lo siento mucho --- se disculpó haciendo una pequeña mueca, algo avergonzada. Acababa de bajar, luego de dejar dormida a su amiga, y ahora estaba sola con Cheng en la cocina.
--- Dile que la próxima vez que pase algo así, me encargare de hacerle la vida imposible --- habló con seriedad, tratando de aguantarse el ardor que le generaba el tacto del algodón en su piel --- ¡agh! ---
--- Perdón --- se disculpó por el movimiento algo brusco --- hace mucho no hago esto --- se excusó, sin darse cuenta de que abrió paso a una conversación más íntima.
--- ¿Por qué decidiste no ser doctora? --- preguntó.
--- No lo sé --- mintió, mirándolo por unos segundos, antes de volver a su mano, que ya estaba siendo vendada --- no es algo que piense normalmente ---
--- Entonces hazlo ---
--- No lo haré ---
--- ¿Acaso tienes miedo? --- aunque Jeong tenía mucha paciencia, le molestaba que quisiera meterse tanto en su vida.
--- Ya basta --- habló algo arisca --- no es tú problema--- cerró el botiquín y se alejó para ponerlo sobre la nevera, donde siempre permanecía --- ya es tarde, ve a dormir --- recogió sus cosas sin dirigirle una sola mirada a Cheng y empezó a salir de la cocina --- que descanses --- fue lo último que escuchó de ella.
No supo bien que responder, en parte era su culpa, no debió entrometerse tanto. Y realmente le molestaba esa frase "no es tú problema", era cierta a final de cuentas, pero él quería al menos convivir de manera pacífica con ella, estaba lográndolo, hasta que el mismo decidió arruinar su avance, dejándolo donde comenzó.
--- ¿Por qué es tan complicada? --- se quejó en un susurró mientras se restregaba la cara, para luego poner los ojos en su mano, sonriendo ligeramente al notar la perfecta colocación de la venda, al fin de cuentas ella era buena en lo que hacía, pero no quería serlo, de eso estaba seguro, solo quería averiguar que había sucedido --- solo necesito que confíes en mí, pequeña malcriada --- nuevamente habló para él mismo.
