Opuestos no tan opuestos

Capitulo 24: El príncipe de hielo

Narrador

Unos botines negros caminaban por los pasillos de la preparatoria.

- ¿Ya oíste que hay otro chico nuevo? ¡Dicen que es sexy!-

Camisa de botones blanca y unos jeans azules que combinaban con sus ojos.

- Supongo que este es nuestro año.-

Una mandíbula marcada, una cabellera rubia y unos lentes redondos. Las miradas estaban posadas sobre el dios griego que recorría los pasillos de Willows.
Abrió la puerta de su salón. Busco un asiento, se sentó dejando su mochila en la parte trasera del asiento y cruzó sus piernas.

Por la puerta entró Luca a carcajadas con sus amigos. Se detuvo y miro indignado la escena. Un Rubio de ojos azules sentado tranquilamente en el que había marcado como su asiento. Razón ridícula para pelar, pero era su asiento.

- Disculpa, pero ese es mi asiento.- se acercó y se sujetó de los lados de la mesa con una sonrisa hipócrita.

- Oh, disculpa no lo sabía. Tal vez porque no te pertenece. Está ocupado. Hay un asiento al lado ¿Por qué no te sientas ahí? O si prefieres, puedes sentarte en otro sitio.- replicó con un semblante firme y un inglés con rastros de acento Eslavo. Sintió la hipocresía en sus acciones.

-¿Quieres pelear, niño bonito?- amenazó reincorporándose. Intentó ser amable pero no funcionó.

- No tengo intenciones de rebajarme a tu deplorable posición de personaje sin escrúpulos y de carencia de maneras.- Hablo de manera despectiva.

Una pelea estaba por desatarse hasta que...

- Muy bien clase hoy tendremos a un nuevo alumno y... ¡Oh! Estabas aquí, Ariel. Llegaste más temprano de lo que creí.- La maestra había entrado al salón y se había colocado detrás del escritorio. El rubio asomó su cabeza detrás de Luca para poder ver a la docente, miró su reloj y volvió a levantar la cabeza

- Exactamente, 7 minutos antes.-respondió. La maestra lo trajo a su lado y puso su mano sobre el hombro del chico.

-Muy bien chicos, él es Ariel Frost y es un alumno nuevo que se nos va a unir. Luca, Los asientos no son asignados, todos pueden sentarse donde gusten mientras no interrumpan la clase, sé que sueles fomentar ese asiento, pero por favor deja que se siente ahí por hoy.-

- Está bien.- suspiro rendido. El Rubio fue a su asiento y se detuvo al lado del castaño.

- Como dije, no te pertenece.- paso de largo a su asiento. Luca se giró a verlo iracundo.

"¿Quién es este idiota?"

Brooklyn

Era la hora del almuerzo y Megan corría a la cafetería. No había comido y llevaba décadas esperando que llegara la hora del almuerzo. Entramos a la cafetería y divisamos a un Rubio de ojos azules sentado en la mesa donde nos sentamos. Estaba leyendo un libro mientras comía una manzana, la miró por un rato y después volvió a morderla.

- ¡Oh! ¡Un chico nuevo! ¡Vayamos a saludar!- los ojos de Megan se iluminaron y me tomo del brazo para arrastrarme a donde estaba el muchacho. Se sentó frente a él y yo tomé el asiento que estaba al lado de ella.

- ¡Hola un gusto en conocerte, soy Megan y el que está sentado a mi lado es Brooklyn! ¿Cómo te llamas?- Exclamó efusivamente. Yo estaba desparramado en mi asiento mordiendo una manzana roja sin dejar de verlo fijamente. Él me miró y luego volvió su vista a Megan con el cachete inflado por la anterior mordida que le había dado a la manzana. Trago lo que tenía en la boca antes de responder.