-¡Hermano Eri! ¡Hermano Eri!-
Recuerdo ese día. Había corrido a ti después de terminar mis lecciones de etiqueta. Me acerqué porque había algo que necesitaba. Tenía una necesidad inmensa para acudir a mi hermano para que satisficiera mi hambre de conocimiento.
- ¿Qué ocurre, Ariel?-
Te giraste a ver qué tiraba de tus telas. Estaba realmente emocionado, de alguna manera había creado una obsesión por aquello.
-¡Quiero que me cuentes de nuevo sobre-........!
Mis palabras parecen ahogadas después de eso. He vivido toda mi vida bajo el agua. Me parece inquietante que al tener un oído adaptado al agua, esa última frase parecía pérdida, como si se hubiera hundido bajo el agua. Recuerdo haber estado entusiasmado por algo, pero simplemente no logro recordar que era.
[...]
- ¡Negligente!-
Ese día desperté para ser agredido. Mi madrastra me cacheteo cuando me levante.
-¡Estuviste desaparecido por 7 lunas y te encontraron inconsciente en una de las habitaciones de castillo con una pila de libros encima! ¡Ahora despertaste del sueño después de tres días! ¿¡En que pensabas al desaparecer así, energúmeno!? ¿¡Eh!? ...-
Continuó regañando por un rato más, puede que fuera castigo, pero en ese momento sus palabras parecían insignificantes ante aquella sensación que sentí.
Después de aquel momento, después de esa conversación que tuve con mi hermano. Tenía siete años, era pequeño, aunque no lo suficiente para olvidar. Algo importante sucedió. Pero no logro recordar qué.
"-Sienita.-"
Ariel abrió los ojos de golpe.
Despertó agitado en una silla. Estaba atado del abdomen a las muñecas, sus pies estaban amarrados a las patas de la silla y las cuerdas estaba empezando a lastimar su piel. Parpadeo un par de veces, su cabeza le dolía debido al golpe que había recibido anteriormente y sus heridas no habían sido tratadas por lo que tenía un sabor metálico en la boca.
- Buenos días, p*ta durmiente.- dijo Luca. Estaba apoyado a una de las paredes de madera de la casa mientras lo observaba con una mirada asesina. El rencor en sus ojos y voz eran claros por lo que pudo adivinar lo que venía. Brooklyn se levantó de su silla y camino hasta Ariel.
- Te lo preguntaré una vez, ¿Tú mataste a esas personas?-pregunto el vampiro con un tono serio
No recibió respuesta. La habitación estuvo en silencio por un par de segundos hasta que Brooklyn suspiró.- Yo creo que no te entiende, Brooklyn. - comentó Asher.
-Él siempre lleva unos lentes, quizás estos tengan alguna tecnología que traduce nuestra lengua.-- Ok entonces, ¿Cómo planeas interrogarlo?-
Preguntó Brooklyn- Podríamos buscar una lengua en la cual nos entienda.- sugirió Asher.
Luca se levantó y camino hasta ahí. Tomó los lados de la silla y se inclinó.- ¡Habla hijo de p*ta! ¡Habla aún que sea en peseñoles!-
Se puso de cunclillas y e imitó el sonido de los peces.- ¿Qué rayos haces?- inquirió Asher.
- Intento hablar peseñoles.- replicó Luca
- Es una sirena ¿verdad? Las sirenas son peces y los peces hablan así. - continuó haciendo el gesto. Con la mirada molesta de Ariel.- Estoy en la capacidad de comprender lo que dicen, tarado.-Respondió con fastidio.
Los presentes se quedaron en silencio.
- Yo no maté a esas personas, por el contrario, estoy buscando a su asesino.-
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Opuestos no tan opuestos
VampireBrooklyn White es un vampiro de 16 años con una vida miserable que sufre de depresión a causa del terrible error que cometió en el pasado . Asher Black es el hijo del alfa de su manada con una vida prácticamente dictada el cual sufre de la presión...