8. VENGANZA.

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Nota:Dios les bendiga hoy y siempre.

Este capítulo lo quiero dedicar para una persona muy especial como lo es JaelKaren.

Espero que estés disfrutando el libro yo me gozo de verte en las notificaciones.

Dios te bendiga.


Santa Biblia Reina Valera 1960 - Proverbios 15
21 La necedad es alegría al falto de entendimiento;
Mas el hombre entendido endereza sus pasos.



«Definitivamente la voy a matar».

Uno quiere ser buena persona pero la gente como esa demonia no ayudan para nada.

Un retorcijon en mi estómago hace que suelte un quejido.

—¿Seguro que estás bien? —vuelve a preguntar la chica.

—seguro —respondo —es solo que me estoy tomando mi tiempo, no es más.

Tomo aire tratando de aguantar este terrible dolor de estómago que me está matando.

«Me temo que voy a ser mamá sin siquiera pensarlo».

«Voy a ser mamá soltera».

Con dificultad marco el número de uno de mis hombres.

—digame joven Méndez —contesta.

Aprieto los dientes con fuerza para no gritar al sentir una nueva punzada.

—necesito que le hagas llegar el regalo de bodas a la esposa de J2, no importa si ya está al otro lado del mundo. —le ordeno.

Nuevamente me sigo quejando de este horrible dolor.

—como usted mande joven Méndez —responde.

Eso es lo que me gusta de mis hombres, que sean gente eficiente no unos buenos para nada.

—tambien necesito medicina para calmar el daño de estómago ahora mismo —le exijo.

—si señor —contesta.

Una hora después.

Finalmente vuelvo a ser yo.

Me rio de manera maliciosa al saber que mi regalo para Linda va de camino, solo espero que llegue en el momento ideal y que todo salga como lo tengo planeado, aunque no será muy agradable ver el regalo si Deimond está ahí con ella, pero bueno.

Ahora que me siento bien terminaré lo que había empezado.

Llegó dónde está mi chica, se encuentra sentada en el mueble viendo una película.

Me siento a su lado giro su rostro y me acerco para besarla.

No alcance siquiera a tocar sus labios cuando el timbre del apartamento sonó.

«Tiene que ser una bendita broma».

«Dónde llegue a ser ese chófer, lo despido».

Me paro y voy hacia la puerta pero antes de abrir miro por la pantalla.

«¿Es enserio?».

La persona que está tocando el timbre es nada más y nada menos que Elisa.

«Que fastidio».

«¿Acaso no se cansa de mendigar amor?».

Me alejo de la puerta y voy hacia donde esta mi chica.

—¿Quien es? —pregunta ella.

—alguien sin importancia —respondo.

La cargo en mis brazos y la beso como si no hubiera un mañana mientras camino con ella hacia la habitación.

LAS APARIENCIAS ENGAÑAN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora