LAS APARIENCIAS ENGAÑAN

31. NO ES GENIAL.

Proverbios 6
13 Que guiña los ojos, que habla con los pies,
Que hace señas con los dedos.

14 Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo;
Siembra las discordias.

Caminamos hacia el parqueadero en dónde está mi auto deportivo, tocó el control remoto haciendo que las puertas se abran solas.

Puedo ver cómo muchas miradas están sobre mi.

Unas son de asombro al verme con la hija del pastor.

Supongo que ya se imaginarán que va rumbo al matadero.

Otros me miran con envidia porque en toda su miserable existencia, jamás tendrán un auto como él que yo tengo.

Que culpa tengo de que ellos sean feos y difíciles de ver, mientras yo soy la belleza encarnada.

Por cierto se hizo una encuesta de cual es el hombre más guapo.

Y ¿Saben quién ganó?.

Yo por supuesto, eso era de esperarse.

Invito a Caroling para que suba al auto, pero está se detiene y me mira nerviosa.

—¿Que pasa? —pregunto.

—hay mucha gente —dice entre dientes.

Levanto mi mirada hacia los chismosos que no dejan de mirarnos y veo a alguien en especial que está entrando al parqueadero.

Es Jak el cual camina casi sonámbulo porque está metido en esa tablet, no sé cómo es que no se cae.

Camino hacia él y ni siquiera repara en mi presencia.

Me paro en su camino esperando a que choque conmigo.

Pero este sin mirarme siquiera, me evade como si nada.

—¡Primo! —le pongo el brazo por encima.

Él se safa de mi abrazo.

—¿Que quieres? —pregunta molesto.

—mira quien está conmigo —señalo a Caroling como si fuera un trofeo —¿No es genial?.

Jak levanta la cabeza y le da una mirada aburrida, luego vuelve su atención a la tablet.

—no es genial —responde con tono aburrido.

Pasó por el lado de ella en dirección a su auto y ni siquiera sé molestó en saludarla como antes.

Me rasco la cabeza confundido.

—luego no es que te la llevas con Jak —le digo a ella.

Ella niega con la cabeza.

—apenas y lo distingo —contesta.

Todavía recuerdo la primera vez que la vio, como la abrazo y me dijo que ella le había enseñado a respetar a las hijas de los pastores.

«¿Cómo es que ahora la trata con tal indiferencia?».

«No entiendo lo que pasa».

«Acaso estoy siendo víctima de un sueño».

—yo creo que mejor voy en mi auto —habla ella —dame la dirección y ahí estaré.

—okey —digo con tono aburrido.

Todo me está saliendo tan bien pero no como lo esperaba.

Se supone que iba a llamar la atención de los J5 con esto.

Pero a ellos les da igual.

Parece que de un momento a otro ya no quieren a Caroling, después de que la trataban como a una reina.