¿Quien es Midas King? [Midas King#4]

Capitulo 5

Niklas

No es que me gustara ocultárselo o mentirle sobre quien era, estaba mas que claro que ella no tenía ni idea, se que pude habérselo dicho en la segunda vez que nos vimos. Cuando me pregunto a que me dedicaba, la mentira salió de mi boca. Bueno, una mentira parcial, le dije que me dedicaba a la música lo cual era cierto, la parte que nunca le dije es que soy integrante de una banda demasiado famosa y que mi cara, al menos en las fotos menos desalineadas, están en todas partes.

Pero había una sensación de tranquilidad de hablar con alguien que no supusiera quien eras, porque no tenía expectativas sobre ti, no creía conocerte aun cuando todo lo que sabía de ti era a través de fotos, historias y entrevistas. Si tuviera una moneda por cada persona que supuso algo de mi por simplemente ser famoso, seria millonario...es decir, más millonario.

Cuando llegué a la librería, y la vi, una parte de mi cerebro trataba de hacerme recordar quien era. Pero simplemente no pude, y obviamente eso le molesto. Algo fabuloso de las drogas (sarcasmo) es que a veces genera perdida de memorias, y debía detenerme, lo peor de todo, es que sabía que debía detenerme. Pero yo caía, y más, mas, y más.

Dylan sospechaba de mi y mis adicciones, Caleb las sabía, y recientemente me entere que Ezra también lo sabía al igual que Rosie. Los únicos que no estaban enterados de todo esto, era Magnus y Percy. ¿Hasta cuándo podía seguir? Cuando era más joven, mi papá solía decirme que las mentiras terminaban por ahogarnos, pero yo no estaba mintiendo, ocultar la verdad no es mentir, ¿o si?

La otra cosa buena de ellas, es que no me acuerdo de nada del día anterior, o muy poco, muchas veces me vienen los flashbacks cuando despierto. Pero aquella mañana, no me vino ninguno, la cabeza me dolía horrores cuando desperté, mi cuerpo estaba desnudo y enredado en las sabanas de mi cama, mis huesos temblaron ligeramente a pesar de que nos encontráramos en principios de Mayo. Me levanto de la cama sintiéndome físicamente agotado, mi habitación era un desastre, ropa desparramada por todos lados, los cajones abierto de par en par, parecía que hubo un robo. Si mi cabeza no estuviera echa un quilombo, mi TOC de la limpieza ya hubiera saltado.

Con demasiado esfuerzo me levanto de la cama caminando al baño, abro el grifo del agua fría y me echo una buena cantidad en la cara, al verme en el espejo me echo un poco hacía atrás algo espantado al ver un golpe morado al costado de mi rostro. ¿Qué mierda me había sucedido? Eso no estaba ahí, toque el golpe y me dolió provocando que hiciera una mueca.

Intente recordar los acontecimientos de ayer, había ido a comprar un regalo para el cumpleaños de Skyler...era un libro, ahí me encontra con alguien, ¿Cómo se llamaba? Empezaba con K, la recordaba, piel morena, ojos rasgados de color café, rostro redondo, cabello rizado. ¿Cómo se llamaba? Le mentí de mi trabajo, ¿Cómo se llamaba? Luego de la lluvia me fui, ¿Dónde me fui? Es como si mi cerebro se hubiera apagado y no recordara nada.

El timbre de mi departamento suena con demasiada fuerza que me espanto un segundo separándome de mi reflejo, voy corriendo a mi armario donde me pongo los primeros bóxer que encuentro antes de ir a abrir la puerta.

Al abrirla, Caleb ingresa como si estuviera endemoniado y tuviera toda la furia en su cuerpo.

—¿Dónde guardas esa porquería? Debería sacártela apenas te la descubrí?

—¿Qué?

—¡La droga Niklas! ¿¡Donde guardas la droga!?

—¿Qué pasa? ¿Por qué gritas?

Caleb me mira enfurecido, cierra los ojos e intenta que su respiración se calme mientras se agarra del tabique de su nariz.

—¿Te das cuenta que la cagaste anoche y tu hermano sospecha que hay algo raro en ti? Tienes suerte que yo haya venido porque estoy a nada de acusarte con Percy.