Niklas
—¿Enserio quieres que te crea que Bart te envió aquí solo? —me pregunto el guardia de seguridad cruzado de brazos seguramente preguntándose su yo creía que nació ayer. Cruza sus musculosos brazos bajo sus pechos marcando demasiando bien las horas que pasa en el gimnasio y algo que yo estoy descuidando por toda la cosa que me ando ingiriendo a mí mismo.
Y es que después de lo que Kaiko me dijo no pude dejarlo pasar, me había quedado un rato en el departamento haciéndome más daño de lo que alguien se imaginaba y luego decidí salir a las siete de la mañana cuando Dixys Records solía abrir.
—Puedes preguntarle—dije poniendo mi cara más amable antes de encogerme de hombros—Pero sabes cómo odia que le quiten el tiempo.
El de seguridad me vio antes de soltar un gruñido de mal humor.
—Te daré quince minutos, si no sales es porque me estas mintiendo.
—Le diré a Bart que te de un aumento—comente y para probar mi palabra saco algo de efectivo para entregárselo, el de seguridad gruñe pero aun así me los saca de la mano guardándose la plata en los bolsillos para dejarme ingresar.
La oficina del jefe de la discográfica estaba bastante limpia, todo era de color gris y con vidrio por donde pudieras venir. Dejo de perder tiempo y me encamino directamente al mueble donde veo que están las carpetas archivadas, chasqueo la lengua dándome cuenta que solo se el apellido paterno de Kaiko, no el de su madre, intento concentrarme y saco la cuenta de hace años atrás comenzando a buscar.
Que bueno que Bart fuera un tipo organizado, de lo contrario esto me llevaría años. Empiezo a hojear las carpetas de aquellos años hasta que encuentro una carpeta gris bajo el nombre de Megan Simone, al abrirlo me cuesta reconocer a la mujer que vi en un psiquiátrico hace poco, su fotografía era reluciente, se podía ver el brillo vivaz en sus ojos. Su carrera fue demasiado corta, con suerte pudo grabar un solo EP.
Al escuchar las pisadas me guardo rápidamente la hoja y la oculto bajo mi ropa, meto la carpeta en el archivo donde estaba mientras me levanto a la vez que la puerta se abre revelando al hombre dueño y jefe de la discografía observándome con atención. Brat siempre dio un aire intimidante desde que ingresamos, tenía el serio rostro la mayor parte del tiempo, y unos fríos ojos grises que sentías que te helaban el cuerpo entero.
—¿Puedo ayudarte, Niklas?
Me quede de piedra unos segundos mirando alrededor, no contaba con ser descubierto.
—Quería hablarte del futuro de la banda—fue lo primero que se me ocurrió. Bart alza sus canosas cejas y asiente con la cabeza bastante interesado en aquel tema de conversación, mueve su mano al mullido sillón de color gris indicando que me siente mientras lo veo servir dos vasos de whiskey, supongo que sería una conversación amable.
—Qué bueno que vengas hablarme de eso, la verdad tu mananger, Daryl, me está agotando al no darme buena información.
—Dylan.
—¿Quién? Ah, si, si. Ese—dice dejándome el vaso frente mío, veo el color ámbar con demasiado interés antes de agarrarlo intentando que no me tiemble la mano al hacerlo, Bart rodea su escritorio hasta sentarse frente mío—La verdad es que el futuro de la banda es algo que me preocupa un poco, Niklas, es decir antes funcionaban porque antes eran noticia nueva, chicos jóvenes ¿me entiendes? Las boybands por lo general funcionan por eso, por ser jóvenes y ser una innovación, pero hijo la verdad es que...y con todo respeto te digo...estas quedándote un poco viejo para estas cosas.
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¿Quien es Midas King? [Midas King#4]
Novela JuvenilNiklas Craig estuvo en la cúspide de la fama junto a su banda desde que iniciaron, tanto fue así que cada año que pasaba había más. Más exigencia, más música, más composiciones. Más todo. Y también hubo adicciones, y también hubo que esconder las mi...