Kaiko
Me sentía realmente mal por la esposa de papá, Abby. Es decir, era su cumpleaños y yo no estaba siendo precisamente el alma de la fiesta.
Intenté sonreír en las fotos, posar junto a Ely y conversar con parientes de Abby tanto como los míos. Pero no podía hacerlo, simplemente era mucho, así que cuando Abby sopló las velas de su torta de cumpleaños pude alejarme con una porción de la misma dispuesta a comer sola.
Habían pasado dos semanas. Dos semanas que no se nada de Niklas, dos semanas que Ely y Lexy guardaron el secreto y tampoco les hablaba, dos semanas de todo eso. Y nunca me sentí tan sola como en estos momentos, en esas dos semanas solo me dedique a terminar finalmente mi tesis lo que finalizaría por hacer una presentación, trabaje y estuve con mis abuelos.
Pero mis días fueron tan monótonos y solitarios que era triste. Intente salir con mis amigas de la universidad, pero de a poco me di cuenta que ellas estaban retomando sus vidas, muchas regresarían a sus ciudades natales debido a que les ofrecieron lugares, y yo estaría aquí.
Hundí mi dedo en la crema antes de comerla y separe un poco los duraznos de la misma mientras que suspiraba.
—¿Por qué ese gesto triste? —escucho la voz de papá mientras se sienta a mi lado.
—No es nada...
—Si no fuera nada, no estarías rompiendo ese pastel, estarías comiéndolo—dice a lo que le sonrío sin ganas, papá me corre un poco de cabello que cae en mi cara—Vamos, puedes decirme que pasa.
—Puedes decirnos a ambos—dice Abby sentándose a mi lado mientras me da una caricia en el brazo acompañado de una sonrisa triste—¿Tiene que ver con Megan?
—No, no tiene que ver con mamá.
—¿Y tiene que ver con que tu hermano nos este mirando con esa cara de cachorro pateado desde la mesa? —me pregunta Abby, miro hacía la mesa donde efectivamente, Ely estaba sentado, ignorando a los demás invitados, y nos miraba a los tres con atención. Tenía los labios ligeramente apretados, y sus ojos se veían tristes.
—Oh si, nunca los ví tan peleados a ustedes dos, ni cuando rompió tu Barbie favorita—dijo papá mirándome, me encogí de hombros.
—Me mintió, bueno...no me mintió él exactamente, solamente me...me ha ocultado algo sumamente grande e importante que merecía saber.
—¿Te lo oculto porque se lo pidieron? —pregunta Abby en un tono suave y maternal que hace estremecer todo mi corazón.
—Si...
—Entonces si se lo pidieron, no deberías estar enojada con él—dice papá y alza su mano antes de que pueda protestar—Entiendo tu frustración y enojo hacía toda esta situación, pero quizás sea buena idea escuchar lo que tu hermano tenga para decir, ¿no crees? Sabes que Ely nunca haría nada para lastimarte, él te adora cariño.
—Aparte dos semanas sin hablarle, eso es mucho castigo para Ely, ¿no crees que deberían hablarlo preciosa? —pregunta Abby dándome una caricia en la mejilla.
Cuando los llaman, ambos me dejan un beso en la mejilla y se retiran volviendo a dejarme sola. Me levanté y dejé el pedazo de pastel sin comer encima de la mesa del jardín mientras ingresaba a la casa.
Me abrace a mi misma mientras paseaba por el salón, era cierto que dos semanas para Ely era como cinco años, más si no le hablaba. Pero no podía evitar sentirme enojada, y levemente traicionada por mi hermano menor, me detuve frente a un pequeño cuadro de hace varios veranos atrás cuando ambos estábamos en nuestros trajes de baños en la playa, sonreí levemente mirando la fotografía mientras suspiraba pesadamente.
ESTÁS LEYENDO
¿Quien es Midas King? [Midas King#4]
Teen FictionNiklas Craig estuvo en la cúspide de la fama junto a su banda desde que iniciaron, tanto fue así que cada año que pasaba había más. Más exigencia, más música, más composiciones. Más todo. Y también hubo adicciones, y también hubo que esconder las mi...