Kaiko
Sentía que la falda que me había puesto era demasiado corta y se me podía ver gran parte del muslo, con la mano sudada intenté bajar lo mejor que pude el pedazo de tela, el tiempo pasaba demasiado lento para mí en aquel momento donde necesitaba que el tiempo fuera más rapido.
La Profesora Mendes se tomaba su tiempo mientras leía lo que tenía hasta ahora de latesis esperando poder finalizarla. Era el tipo de persona que se pasaba la lengua por su dedo índice antes de voltear la página, tenía unos anteojos con cristales de media luna y estaba cerca de jubilarse, era algo estricta, pocas veces aprobaba el primer trabajo que le daba por lo general te hacía rehacerlos. Muchos de mis compañeros la odiaban, pero para mi, la profesora Mendes fue la mejor profesora que tuve todos mis años de estudiar la carrera, y cuando accedió leerme la tesis para darle el visto nuevo o últimas correcciones estuve demasiado emocionada.
Pero ahora, estaba sumamente nerviosa, y eso que todavía no era mi trabajo final. Aún así se sentía como si lo fuera, odiaba haberme puesto aquella falda que me llegaba a tres cuarto de la rodilla y la blusa blanca que sentía que se me veía el corpiño bajo de la misma.
Cuando la profesora Mendes me mira, decido dejar de forcejear con la tela y colocar las manos encima de mi falda entrelazando los dedos. La profesora se saca los lentes y cierra mi borrador.
—Bastante bien, Kaiko.
—¿Bastante bien?—pregunte en un murmuro—¿Qué significa?
—Pues eso, bastante bien, te aprobarían tal vez con la mínima dependiendo tu defensa, tengo una clase en un rato.
—Pero...¿Que me falta?
La profesora Mendes me echa una mirada amable y dura al mismo tiempo. El mismo tipo de miradas que me echaba en aquellos trabajos donde tenía que recuperar porque no di lo mejor de mi misma en la explicación.
—Tu redacción está bastante bien, se nota que te gusta escribir, relataste bien a los autores y te haz informado de todo. Tu investigación en el geriátrico me parece certera, pero todo el tiempo hablas de afuera, necesito un poco de ti en el trabajo, no te encuentro en esas palabras, no encuentro tus opiniones personales como profesional. Con un poco de eso, tu trabajo estará completo. Eres una estudiante brillante, Kaiko, no te conformes con notas a medias.
—Gracias, profesora.
La profesora Mendes sonríe y la veo anotar cosas en su libreta, guardo el borrador de mi tesis en mi bolso negro. La profesora accedió a qué puedo mandarle un mail cuando terminara de corregir lo que me dijo.
Solté el aire que estaba conteniendo apenas cruce la puerta, sentía que iba a morirme en cualquier momento, y si me moría ahora ¿Que garantizaba que sobreviviría cuando debiera mostrar mi tesis final?iba a morirme, eso seguro.
Baje a la cafetería de la universidad donde compre una botella de limonada junto a un sándwich de huevo, hacía bastantes meses que estaba trabajando en mi tesis para graduarme pero parecía que siempre encontraba un nuevo motivo para no terminarlo, siempre había algo que corregir o cambiar, mas de una vez tuve que volver a escribir todo debido a que no me gustaba nada de lo que estaba haciendo.
Me senté en el jardín de la universidad en una de las mesas de piedra bajo la sombra de un árbol, a mi alrededor había muchos estudiantes estudiando para los exámenes finales o terminando sus trabajos, algunas de mis amigas le quedaban algunos exámenes, otras como yo, hacían sus tesis. Por ende nunca teníamos tiempo para vernos debido a nuestros horarios tan diferentes.
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¿Quien es Midas King? [Midas King#4]
Teen FictionNiklas Craig estuvo en la cúspide de la fama junto a su banda desde que iniciaron, tanto fue así que cada año que pasaba había más. Más exigencia, más música, más composiciones. Más todo. Y también hubo adicciones, y también hubo que esconder las mi...